Sociedad

Morante corta dos orejas y Ortega Cano muestra su calidad en Espartinas

El matador de toros Morante de la Puebla, que cortó dos orejas al sobrero que hizo sexto, fue el triunfador del mano a mano goyesco que le enfrentó ayer a Ortega Cano en la localidad sevillana de Espartinas, corrida en la que el cartagenero cortó una oreja a su primero por una faena armónica y llena de detalles de torería.

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La faena firmada por Morante de la Puebla al sexto de la tarde y la acrisolada calidad de Ortega Cano ante el primero fue a la postre lo más relevante de un festejo que se empañó en parte por la flojedad del encierro de Albarreal. El diestro de la Puebla había recibido a ese toro con capotazos entregados antes de emplearse en una faena compacta y maciza que basó sobre la mano derecha.

El inicio del trasteo, con bellos muletazos cambiados, y el remate por ayudados pusieron principio y fin a una obra en la que brilló el toreo preciosista de Morante , que esta vez sí tuvo colaborador. Sus otros dos toros apenas le dieron opciones. Con el segundo sólo pudo brillar con el capote en un quite por chicuelinas de sabor antiguo. El cuarto, flojo y distraído, no le permitió ni esbozar la faena.

Ortega sorteó en primer lugar un burraquito de preciosas hechuras, muy terciado y bien maquillado también, que le permitió sacar su mejor alma de artista, un toreo natural sin excesos ni afectación. Inició la faena con dos o tres chispazos geniales y se empleó en un trasteo que, cuando llegó el definitivo convencimiento del cartagenero estuvo presidida por un trazo limpio, siempre bien dibujado, que alcanzó su mejor nota en los remates de pecho, en el toreo al natural y en alguna trincherilla arrastrada en la que hubo cante grande.