El Diccionario de Americanismos verá la luz en 2010 tras un siglo de trabajo
El sueño de los académicos ha tardado más de un siglo en cumplirse, pero en pocos meses verá por fin la luz el Diccionario de Americanismos, un ambicioso proyecto que pone en su sitio el peso de los latinoamericanos en la lengua española. Un trabajo ingente, con más de 100.000 términos y unas 600.000 informaciones léxicas, que permitirá recuperar y difundir en el mundo hispánico el valioso patrimonio lingüístico que define al tercer idioma más hablado del mundo, la lengua oficial de 20 países y una de las más ricas en sinónimos.
Actualizado:Las 22 Academias de la Lengua de países hispanohablantes dan los últimos retoques al diccionario de 2.500 páginas, que será editado a finales de año aunque su presentación oficial no será hasta el V Congreso Internacional del Español que se celebrará en 2010 en Valparaíso (Chile), coincidiendo con el bicentenario de la independencia de algunos países sudamericanos.
El manual, según han explicado en una reunión preparatoria en Sevilla, se presenta como una obra complementaria del Diccionario de la Lengua Española, cuya última edición (de 2001) ya incluía hasta 28.000 referencias a americanismos. Pero este proyecto va más allá y trata de reflejar la enorme riqueza de la lengua, incorporando todas las palabras propias del español usado en América. Cada entrada, entre las que se incluyen un alto porcentaje de voces juveniles, detalla al máximo la información relativa a las características geográficas, sociales y culturales del uso de cada una de las acepciones registradas. El diccionario incluye además apéndices de sinónimos, monedas y topónimos.
Y es que el 90% de los 500 millones de hispanohablantes están en aquel continente, como se encarga de recordar el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española y director del diccionario, Humberto López Morales, y son ellos quienes en muchas ocasiones mantienen vivos términos desaparecidos en nuestro país y que llegaron allí durante el descubrimiento. Junto a estas palabras, el diccionario recogerá también «palabras heredadas de lenguas originarias» de América que acabaron enriqueciendo el idioma, «criollismos morfológicos» y «palabras castellanas que allí tienen un significado que no tienen en el español general».
Ya a finales del siglo XIX se empezó a esbozar la idea de crear esta magna recopilación, aunque la tarea se presentó poco más que imposible ante las dificultades de comunicación.