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Benedicto XVI pide el cese de la violencia y de las guerras en África
El Papa ha rendido homenaje a la mujer, bastión de la dignidad, la familia y los valores culturales y religiosos
ROMA Actualizado: GuardarCentenares de miles de angoleños, un millón, según algunas fuentes, han asistido este domingo a una misa presidida por Benedicto XVI en la explanada de Cimangola de Luanda, capital de Angola, en el que ha sido el evento más multitudinario programado en el curso de su viaje apostólico a Africa. El Papa ha dedicado la homilía a "la reconciliación nacional de Angola", cuya memoria estaba reservada a la jornada de hoy, día de oración y de sacrificio. "La guerra puede destruir todo aquello que tiene un valor: familias, enteras comunidades, el fruto de la fatiga de los hombres, las esperanzas que guían y sostienen sus vidas y su trabajo", ha dicho en declaraciones recogidas por Radio Vaticano.
Esta es una experiencia demasiado recurrente y familiar en Africa: "el poder destructivo de la guerra civil, la caída en el torbellino del odio y de la venganza". "Cuando la Palabra del Señor, una Palabra que mira a la edificación de las personas, de la comunidad, de la entera familia, es desatendida, cuando la Ley de Dios viene ridiculizada, despreciada y escarnecida, el resultado puede ser sólo destrucción e injusticia: la humillación de nuestra común humanidad y la traición de nuestra vocación a ser hijos e hijas del Padre misericordioso, hermanos y hermanas de su amado Hijo", ha proseguido.
"El Evangelio nos enseña que la reconciliación, una verdadera reconciliación, puede ser sólo fruto de una conversión, de un cambio en el corazón, de un nuevo modo de pensar. Nos enseña que sólo el poder del amor de Dios puede cambiar nuestros corazones y hacernos triunfar sobre el poder del pecado", ha dicho. "Os pido que recéis en unión con todos los hermanos y hermanas de Africa por esta intención: que cada cristiano en este gran Continente experimente el toque sanador del amor misericordioso de Dios y que la Iglesia en Africa se convierta para todos, gracias al testimonio de sus hijos e hijas, en lugar de auténtica reconciliación", ha proseguido. El Sumo Pontífice ha tenido también palabras para recordar a los misioneros, profesores, catequistas, sacerdotes, religiosos y religiosas, "testimonio precioso". Una luz "de sacrificio y amor" enturbiada, sin embargo, algunas veces, por las tinieblas y la maldad de los hombres.
"Trágicamente las nubes del mal han oscurecido también Africa, comprendida la amada nación de Angola. Pensemos en el flagelo de la guerra, en los frutos feroces de las luchas tribales, las rivalidades étnicas, la avidez que corrompe el corazón del hombre, esclaviza a los pobres y priva a las generaciones futuras de los recursos que necesita para crear una sociedad más solidaria y justa", ha dicho. "Africa es un continente de esperanza, pero que tiene sed de justicia, de paz, de un sano e integral desarrollo que puede asegurar a su pueblo un futuro de progreso y paz", ha asegurado Benedicto XVI