Obama se apoya en Lula para buscar aliados en el sur del continente
La marea roja que avanza por el continente latinoamericano ha provocado un terremoto político en la Casa Blanca. ¿Quiénes son ahora los aliados políticos de Estados Unidos? George W. Bush se apoyaba en dos pilares: Colombia y México. Allí gobiernan dos mandatarios de derechas, Álvaro Uribe y Felipe Calderón, pero para comprar su lealtad hizo falta más que ideología.
Actualizado:El Plan Colombia convirtió al país sudamericano en el tercer receptor de ayuda extranjera estadounidense después de Israel y Egipto. Con él Bush inyectó tanto dinero como Reagan al El Salvador -unos 6.000 millones de dólares (4.400 millones de euros)- y puede que un buen número de agentes de la CIA, como los tres rescatados el año pasado junto a Ingrid Betancourt. Hasta ese momento nada se sabía de ellos e incluso entonces Washington prefirió celebrar la liberación de la ex candidata colombiana que hablar de sus propios ciudadanos.
Poco después de que Barack Obama tomase posesión del cargo, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, viajó hasta Washington para convencerle de que mantuviese la ayuda de cerca de 600 millones de dólares -440 millones de euros- anuales. Y aún más, de que retirase su oposición al tratado bilateral de libre comercio que el Congreso demócrata no aprobó, pese al empeño de Bush. No debió tener mucho éxito, porque el domingo pasado su primo y vicepresidente Francisco Santos declaró resentido al diario 'Tiempo' que ya no les interesa el Plan Colombia porque «el trato que hemos recibido es injusto e indigno». México también evalúa otro plan, el de la Iniciativa Mérida, aprobada apenas el año pasado. Calderón puso el grito en el cielo cuando en vísperas de las vacaciones de primavera el Departamento de Estado rogó a los estudiantes que este año no pongan un pie en la frontera con Estados Unidos donde reina el narco.
Barack Obama ha despachado a Hillary Clinton e incluso se ha ofrecido a visitar México de camino a la Quinta Cumbre de las Américas. ¿Con quién se sentará en ese foro, dada su soledad continental? Probablemente con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, el líder más respetado del continente latinoamericano, que el sábado pasado le pidió muestras de acercamiento hacia Cuba y Venezuela.