
«Trabajo por la noche por necesidad»
Actualizado: Guardarntonio lleva trabajando de taxista tan sólo cuatro meses. El paro le ha empujado a dedicarse a una profesión en la que hay que tener «mucha mano izquierda». En estos escasos meses, Antonio tiene anécdotas para escribir un libro. «Los fines de semana la gente se monta en el taxi bastante bebida. No saben ni dónde viven así que según sus orientaciones les doy vueltas por la ciudad hasta que se bajan del taxi», reconoce entre risas. Lo que ya no le hace tanta gracia son «los que me acaban vomitando dentro del coche». Antonio tiene un turno que va desde las seis de la tarde hasta las tres o cuatro de la madrugada. Lamenta que por las noches se ha producido un descenso de clientes, así que el taxista mata el tiempo con su termo de café y las películas de su portátil. Antonio opina también de la seguridad nocturna. De momento, él ha tenido suerte de no encontrarse con ningún problema. Pero cuando le llegue el momento reconoce que no sabe muy bien lo que hará. «Espero tener suerte», confiesa.