
El tiempo medio para abrir una residencia supera los tres años
La empresa Reifs gestionará tres geriátricos en la provincia y estudia nuevos proyectos con apoyo público
Actualizado: GuardarDesde que el ayuntamiento en cuestión o la Junta realizan la concesión a una empresa hasta que se termina la obra pasa una media de tres años. Entre las autorizaciones previas, los permisos y todo lo que conlleva una nueva construcción no hay proyecto que baje de este tiempo. Así lo asegura Alberto Berraquero, responsable económico del grupo Reifs, que abrirá esta primavera la residencia del mercado de Chiclana.
La empresa ya dispone de otro centro en Algodonales, donde tienen concertado el 95% de las plazas. «Es un proceso lento, porque antes de abrir hay que cerrar los conciertos para garantizar un mínimo de camas ocupadas», aseguró. Los precios de las subvenciones son únicos, a pesar del grado de dependencia. Precisamente las empresas del sector reclaman que se cambie este sistema y se cobre en función de los servicios prestados. «El recurso residencial cuenta con un copago y los usuarios abonan en función de la situación económica», dijo Berraquero. En líneas generales, el interno pone el 75% de su pensión y la Junta sufraga el resto. En el caso de ayudas mínimas o pensiones no contributivas es la Administración la que cubre el servicio completo.
«Contamos con dos empleados por cada anciano», que es lo que exige la Consejería para garantizar una buena atención. Eduardo Muñoz, responsable de recursos humanos del grupo y miembro de la junta directiva, recalcó que «sería adecuado que los conciertos se estructuraran en función del servicio que se presta y no fueran precios únicos».
Otro centro
Reifs también tiene previsto abrir otro geriátrico en Algeciras, donde le subvencionarán de 100 a 120 plazas, según la última previsión de la Delegación para la Igualdad y el Bienestar Social. «La concesión de este centro es de la Junta y contamos con mucha demanda».
Cádiz es una de las provincias donde se presentan un mayor número de solicitudes, dada su amplia población. La inversión media para construir un geriátrico de unas 120 plazas es de seis millones, con lo que la financiación de la banca es imprescindible. «Por eso necesitamos que las administraciones intercedan con las entidades», solicitó Muñoz.