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Sobre el movimiento de barcos en el puerto de Cádiz
El comercio marítimo de todo tipo de mercancías era una actividad floreciente en la bahía
Actualizado: Guardar«El señor Don Tomás de Ayalde, Comandante del Navío de S.M. San Leandro, con fecha de hoy dice a este Consulado lo siguiente:
Por oficio de hoy me previene el Excmo. Señor Comandante general del Departamento, prefije día para la salida del Convoy, digo a VS. que el 29 próximo deberá dar la vela con los buques que este día estén atentos a seguirme».
«Debiendo dar la vela con la división de mi mando al primer momento de tiempo favorable, y haciéndome cargo de la imposibilidad de barquear en estos últimos días lo que no ha permitido completar sus cargamentos, embarcaciones que deberán salir bajo mi escolta, espero que se servirá su V.S de avisar a los cargadores y capitanes de dichas embarcaciones que se les señale cuarenta y ocho horas desde el amanecer de mañana, para que en este tiempo verifiquen el embarco de los efectos que le falten, pasadas dichas cuarenta y ocho horas daré la vela con los que se hallen listos».
La situación del puerto de Cádiz a la entrada del Océano Atlántico la comunicaba fácilmente con Portugal, Inglaterra, Holanda, costas de Francia, costas de Alemania y América, además de por el Estrecho de Gibraltar con el norte de África, con el sureste de Francia, con Italia y los países orientales.
Extranjeros de todas las naciones tenían en Cádiz factorías, casas y almacenes para el negociado de las mercancías abundantes que llegaban de continuo de todas partes del mundo, hasta 500 y 600 embarcaciones atracadas continuamente en el muelle gaditano podían constatarse durante el siglo XVIII. Traían productos y géneros de sus respectivas industrias y a donde se exportaba aceite, vino, frutas, sal, y algunas manufacturas. Siendo a las colonias americanas donde Cádiz expendió más productos. Por citar un ejemplo, en el año 1792 hasta por un valor de 270.000.000 reales de vellón. De América y de Asia llegaban aguardiente, añil, azúcar, cacao, café, canela, carey, bacalao, cobre, cocos, clavo, china y loza, cueros al pelo, duelas, dulces, hierros, madera fina, madera en tablas, palo tintóreo, plata labrada, pimienta, pieles de animales, pañuelos de seda, productos químicos y farmacéuticos, quincalla, seda torcida, telas de Asia, zarzaparrilla. Productos que eran descargados por cuadrillas de gallegos, unas veces a lomo otras con carretillas de dos ruedas hacia la propia ciudad o a otros barcos para ser llevados a otros puertos. Y entre los artículos que salían de este puerto, aceite, aceituna, aguardiente, ajos, alcaparras, alcauciles, azafrán, carne salada, cebollas, cintas y cordones, cominos, corcho para tapones, embuchados de cerdo, fideos y otras pastas, garbanzos, habichuelas, harina, hierro, jabón, ladrillos, libros, loza fino ordinaria, losas de cantería, papel, pañuelos, pescado salado, pimiento, sal, sanguijuelas, sebo, seda en rama, tejidos de seda, mantillas y encajes, tul, vino, zapatos. La mayoría de ellos comercializados dentro del reino mediante navegación de cabotaje. Para entender el flujo del comercio y la capacidad del puerto de Cádiz para controlar tal cantidad de operaciones comerciales, aparece la recogida de información sobre las mismas en los cuadernos de vigía.
Los diarios marítimos de la Torre de Vigía y los partes diarios del Capitán del Puerto de Cádiz contienen el oficio de remisión del Gobernador de Cádiz a la Junta. En ellos se detallan unos ítems, repetidos de forma sistemática para todas las entradas y salidas a lo largo de los meses. El tipo y el nombre de la embarcación: barco, barca, místico, balandra, goleta, polacra, tartana, cachemarín, queche, bergantín, fragata, bombarda, laúd, gabarra, patache, falucho, jabeque, lugre, corveta. El uso de la mayoría de ellos dependía de la procedencia o el destino de los mismos y el tipo de carga que llevaba.
La polacra era un buque de aparejo redondo, de casco muy semejante al jabeque, con dos palos triples, sin cofas ni crucetas, y con el mismo velamen que los bergantines, aunque con la ventaja sobre estos de que arriando las velas superiores, quedaban al socaire de las inferiores y por ello se aferraban con facilidad. Algunas tenían el palo mayor de goleta y se denominaban polacras-goletas; otras lo gastaban con cofa y se denominaban bergantines-polacras, y también las hubo de tres palos denominadas polacras-corbetas y polacras-barcas. El bergantín generalmente tenía dos mástiles, con aparejo formado por velas cuadradas y dispuestas en los mástiles colgando de vergas transversales respecto al eje longitudinal de la nave.
La falúa y el falucho, eran pequeñas embarcaciones a remo o vela provistas por lo general de una carroza para la carga. El laúd, era una pequeña embarcación de un solo palo con vela latina, botalón con un foque y una mesana a popa. El místico, era una embarcación de costa de tres o dos palos, con velas latinas, usada sobre todo en el Mediterráneo. La gabarra era una lancha grande que se emplea para transportes y que normalmente era remolcada. El patache era una embarcación que se usaba para llevar avisos a las tropas, reconocer costas y guardar las entradas de los puertos. En cuanto al nombre, tendríamos que diferenciar entre los navíos españoles y los extranjeros. Estos últimos durante la guerra con Inglaterra, procedían sobre todo del Mediterráneo y de Francia, sin embargo, a partir del inicio del conflicto francés, los navíos pasaron a tener nombres ingleses. El nombre de los navíos españoles coincide en su mayor parte con nombres de mujer y de advocaciones marianas. Algunos navíos militares, en plena guerra adoptan el nombre de héroes tanto de la guerra que nos ocupa como de otros hechos patrióticos que pretenden rememorar.
El nombre del Capitán
Dependía del tipo de embarcación, los botes, barcos y faluchos que se desplazaban a las proximidades de la bahía eran conducidos por un patrón. Este era normalmente el dueño de la nave y fueron los verdaderos protagonistas del avituallamiento de la ciudad una vez se produjo el sitio. Estos botes, de pequeño tamaño, eran capaces de desplazarse entre las salinas y esteros, y proveer a la plaza de productos frescos, tanto del mar como de las huertas próximas de Rota, El Puerto y Chipiona. También se dedicaron en los momentos de mayor presión al contrabando y al expolio de los numerosos barcos que naufragaban cerca de las costas debido a los continuos ataques de uno y otro bando. Los grandes navíos, eran pilotados por expertos marinos de familias, en la mayoría de los casos de gran raigambre en el mar, que tenían casa y domicilio en la ciudad de Cádiz, Churruca, Lerena, Sobre los pasajeros no se da cuenta de ellos, a no ser que transporte a un grande de España, como es el caso del Virrey de Argentina que parte desde Cádiz en la Fragata La Proserpina, los primeros días de Marzo de 1809.
El peso del navío
Las mercancías que transportaban dichos barcos son de todo tipo, desde correspondencia y papeles sueltos, algunos de suma importancia, debido a los hechos a los que se refería, «Correspondencia del Real Servicio y Pública». Material militar, aunque no queda precisado en que consistía dicho material. Y sobre todo productos, tanto alimentos, como materias primas para la fabricación en la metrópoli de productos necesarios. A veces el navío transportaba dinero, tanto en barcos militares, o en barcos de mercancías, normalmente procedente de donativos de las colonias. Entonces se recogía a parte en un documento que debía llevar otro tipo de salida y rápidamente al atracar era llevado a la Junta Central. La Corveta El Brunsch, procedente de La Habana, y capitaneada por Don Andrés Gerona, avisa nada más llegar que trae 4.125 Reales de Plata, procedente de donativos recogidos en la isla para paliar los daños ocasionados por la guerra con Francia.
Punto de origen
El movimiento principal de las embarcaciones, un año antes del sitio de la ciudad, se producía entre Cádiz y diferentes puertos españoles, la mayoría de los vistos, de la costa cercana a Cádiz, de Galicia y de Mallorca. Y con la América española y Norteamericana, además de con Inglaterra. Con anterioridad a la ocupación francesa este flujo comercial estuvo marcado por el bloqueo inglés a los navíos españoles y franceses. Por tanto en su mayoría las embarcaciones registradas eran españolas, inglesas y norteamericanas.
Noticias
Por un lado, el que aparezca el número de días que ha durado el periplo, nos da información muy fiable del tiempo en que las noticias llegan a territorio español. Son noticias de hechos ocurridos en la travesía y de acontecimientos que habían tenido lugar tanto en los puertos de origen como en los que hacían escala. Es el caso de la Fragata Agrávelo, que al llegar desde Montevideo, su capitán Don Tomas Bradge informa a la Junta de las ideas independentistas y liberales que se extienden por Uruguay y Argentina. Caso también del Bergantín La Aurora, que desde el puerto de Bayona en Galicia, en busca de la desaparecida fragata La Esfinge, da cuenta de los movimientos que el General francés Soult está realizando en Oporto y del ejercito con el que cuenta, informando su capitán Don Antonio Arriaga a la Junta Central del Reino. Las noticias seguían, con una pequeña reseña de los vientos reinantes, con apreciaciones curiosas sobre determinados cambios meteorológicos terminaban con una relación de los buques que habían abierto registro y con los que habían cerrado antes de partir.
Marzo de 1809, movimiento de buques, Convoy compuesto por:
Barca La Bella, Goleta La Guadalupe y la Goleta La Fidelidad procedente de Cádiz y con destino a Veracruz. Capitaneada por Don José del Ponto. La Fragata La Amalia procedente de La Habana y con destino Cádiz cargada de Azúcar. Capitaneada por Don Antonio Treviño Bergantín Minerva procedente de La Habana y con destino Cádiz, comercio variado. Capitaneada por Don Santiago Valdés
Goleta El Arriesgo procedente de Puerto Cabello y con destino Cádiz, trae donativos. Capitaneada por Don Agustín Echevarria.
Goleta El Véncelo procedente de Veracruz y con destino Cádiz, comercio. Capitaneada por Don José Castelló.
Fragata Agrávelo procedente de Montevideo y con destino Cádiz, comercio y papeles sobre los insurrectos de las colonias americanas. Capitaneada por Don Tomas Bradge.
Fragata La Proserpina Procedente de Cádiz y con destino a Buenos Aires, asuntos diplomáticos iba en ella el Virrey de Argentina. Capitaneada por Don José Salazar
Corveta El Brusnch procedente de la Habana y con destino Cádiz. Azúcar, añil, grana, quina. Capitaneada por Don Andrés Gerona. Traía 4.125 Reales de plata como donativo a la península.
Fragata Ntra. Sra. del Coro Procedente de Veracruz y con destino Cádiz. Grana, azúcar y añil. Capitaneada por Don Miguel del Cerro. Traía 23 Reales de plata como donativo.
Fragata Nueva Amable Procedente de Mallorca y con destino Cádiz. Levas de Soldados. Capitaneado por Don Antonio Castro
Místico Fortuna Procedente de Gibraltar y con destino Cádiz. Levas de soldados. Capitaneado por Don Domingo Montorio.
Barca San Carlos Procedente de Málaga y con destino Cádiz. Papel y paños. Al mando un patrón.
Bergantín La Aurora Procedente de Bayona (Galicia) y con destino Cádiz. Papeles y soldados. Capitaneado por Don Antonio Arraiga. Venía de buscar a la fragata perdida La Esfinge y traía noticias sobre las operaciones del general Soult en Oporto.
Fragata La Cornelia Procedente de Mallorca y con destino Cádiz. Levas de Soldados. Capitaneada por Don Rodrigo de Anas.
Navío "El Guillermo" Procedente de New York y con destino Cádiz. Harina, carne y duelas. Capitaneada por Don Ander Show.
Goleta La Lidia Procedente de Norfolk y con destino Cádiz. Tabaco, azúcar, algodón y harina. Capitaneada por Don David Reynolds.
Falucho El Rosario Procedente de Estepona y con destino Cádiz. Pleitos y miel. Patrón Don José Martínez Bergantín El Marie Santa María Procedente de Cartagena de Indias y con destino Cádiz. Algodón, cacao y cueros. Capitaneada Don José Prat y Pit. Traía 3.000 pesos como donativo. Bergantín El general Palafox Procedente de La Guajira y New York y con destino Cádiz. Café, algodón, cueros y añil. Capitaneada por DonManuel Ducoy.
Goleta Cirus Procedente de Boston y con destino Cádiz. Bacalao. Capitaneada por Don Juan Rider. Bergantín Ntra. Sra. de Belén Procedente de Matanzas Cuba y con destino Cádiz. Azúcar y cueros. Capitaneada por Don Pedro Legina.