Obcecación chavista

a determinación de Hugo Chávez de seguir adelante con su objetivo de nacionalizar el Banco de Venezuela, filial del grupo Santander, confirma los planes de apropiación del Gobierno de aquellos sectores claves de la economía venezolana. Del respeto a los intereses empresariales con que se afronte la operación, del acuerdo de las partes respecto al justiprecio de la entidad y de la aplicación de las garantías jurídicas al proceso de estatalización no sólo dependerá el modo en que se produzca la salida del Santander; también la imagen que vuelva a proyectar el régimen chavista en el exterior. Porque si los capitales internacionales ya desconfían de la inseguridad legislativa en que se vienen desarrollando sus operaciones en Venezuela y de las tiranteces que está alimentando el populismo de su presidente con otros gobiernos, una maniobra explícitamente intervencionista contra la banca extranjera podría desembocar en un creciente aislamiento político y económico del país.