Acusados
Actualizado: Guardarigo con intriga y curiosidad la nueva serie que Tele 5 lleva ya varias semanas emitiendo, Acusados, una mezcla de thriller político-judicial, con sus trasfondos familiares y personales. Mi problema es la deformación profesional que me lleva a analizar en clave de derecho todo aquello que me suele chirriar o tan sólo llamar la atención en el tratamiento de los fenómenos jurídicos en los medios de comunicación. Y con esta serie no se produce una excepción. La jueza Ballester es una especie de super-jueza, obsesionada con su trabajo y con un caso en especial, el llamado caso de la discoteca Metrópolis. Ya para empezar sorprende la escenografía de su Juzgado de Instrucción, un habitat judicial dotado de todas las comodidades, todos los medios y todo el personal del mundo, con amplios espacios y modernas instalaciones donde no falta de nada, ni siquiera una policía de buen ver que parece tener la exclusividad laboral para la jueza. Ignoro si en alguna parte de este Reino de España habrá un juzgado así, pero en todo caso será una excepción, y desde luego no estará en la primera instancia. En segundo lugar, me sorprende también la confusión de papeles en el desempeño de las competencias respectivas. Hay escenas en las que no sabemos qué es lo que hace el secretario Judicial cointerrogando con la jueza, en un ambiente mas policial que de prestación de declaraciones. En tercer lugar, supongo que si la jueza Ballester dedica todas sus horas a la instrucción de un solo caso, tendrá el juzgado bastante atrasado con los otros asuntos, a no ser que esos magníficos funcionarios tan bien vestidos y ordenados que aparecen siempre se encarguen de instruir por ella. Esto puede tener la traducción de crítica a determinados prototipos de jueces mediáticos, obsesionados con ciertas causas y su instrucción al precio del desastre. Para remate, la figura de Joaquín de la Torre, un político del centrismo liberal con futuro, a quien su Señoría tiene en el punto de mira de su investigación, termina de completar un escenario que es de lo mas actual. No sé por qué pero el estreno de la serie unido a la aparición de casos de investigación a políticos de similar o asimilable ideología no me suena a casualidad. En todo caso, al poder le viene muy bien, para que así exista una prolongación entre la ficción y la realidad.