Barack Obama, presidente de EE UU. / EFE
MUNDO

Obama ofrece una «nueva etapa»

El presidente de EE UU envía un mensaje conciliador a Irán para intentar poner fin a tres décadas sin relaciones

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Barack Obama se ha sumado a la moda implantada por Mahmoud Ahmadineyad estas Navidades y ayer felicitó a los iraníes el Newroz (año nuevo persa) por medio de un telemensaje, subtitulado en farsi, en el que insistió en su intención de «comenzar una nueva etapa en las relaciones bilaterales» entre Estados Unidos e Irán. «Buscamos un compromiso fundado en la honestidad y el respeto mutuos» destacó un dirigente demócrata, dispuesto firmemente a dejar atrás treinta años sin relación diplomática y devolver a la república islámica «al lugar en la escena internacional a la altura de su historia».

A comienzos de este año el dirigente fundamentalista deseó a los cristianos del mundo un «pacífico año nuevo» a través del canal británico Channel 4, que prefirió a Ahmadineyad en lugar de a la reina Isabel II, lo que generó una gran polémica. Obama, como su homólogo iraní, no entró en detalles y se limitó a esbozar la estrategia de la «mano tendida» a los dirigentes de Teherán que ya adelantara en su discurso de investidura. Con un lenguaje metafórico -usando incluso referencias a poetas persas- y aludiendo a la grandeza histórica de la civilización iraní dio un paso impensable en la Administración Bush, que colocó a Teherán en su lista de países del 'eje del mal'. Siguiendo el ejemplo de Obama, el presidente de Israel, Simón Peres, también grabó un mensaje televisivo dirigido a los persas que comenzó saludando «a la noble gente de Irán, de parte del antiguo pueblo judío».

Las buenas formas de Obama, sin embargo, escondían mensajes claros a los responsables islámicos como la necesidad de detener el enriquecimiento de uranio y optar por la compra de combustible nuclear en lugar de fabricarlo, suspender el apoyo logístico a Hezbolá y Hamás, clave para la seguridad de Israel, y colaborar en la pacificación de Irak y Afganistán, un paso que se podía dar si Teherán acepta finalmente la invitación para tomar parte en la conferencia de seguridad que tendrá lugar a finales de este mes. Muchos frentes abiertos para dos potencias con tres décadas de incomunicación.

Como en cualquier otro país del mundo, los líderes iraníes felicitaron a sus ciudadanos el año nuevo a través de los canales nacionales. El líder supremo, Alí Jamenéi, destacó los triunfos logrados por la revolución y Ahmadineyad, por su parte, insistió en los progresos tecnológicos alcanzados en los últimos años. No respondieron a un Obama cuyas palabras no fueron emitidas en los canales estatales, según la agencia AP, y a las que tampoco tuvieron acceso los usuarios de Internet en la república islámica debido a la censura sobre el canal Youtube.

Alí Akbar Javanfekr, asesor personal de Mahmoud Ahmadineyad, valoró el mensaje del presidente americano y aseguró que daban «la bienvenida al interés del Gobierno estadounidense por sentar las bases diferentes, pero Washington debería darse cuenta de sus errores previos». Javanfekr, como el resto de representantes islámicos, piden «hechos, no palabras» para confiar en el cambio de Obama. Y lo que Irán exige es confianza en su programa nuclear y el fin de las sanciones de Naciones Unidas y de Estados Unidos, ya que pese a las buenos deseos de año nuevo, el propio Barack Obama decidió la semana pasada prorrogar un año más el régimen de sanciones económicas y diplomáticas que impuso sobre Teherán Bill Clinton en 1995.

Una de las personas más satisfechas por el cruce de mensajes entre Estados Unidos e Irán fue el responsable de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, quien mostró su deseo de que el paso dado por Obama sirva para «abrir un nuevo capítulo en las relaciones con Irán».