ACOGIDA. El obispo electo de Jerez expresó su «satisfacción» por el recibimiento que ha tenido. / L. V.
Jerez

El obispo electo llega a Jerez a «volcarse» con la Diócesis

José Mazuelos dijo ayer sentirse «tranquilo y contento» y recalcó que su labor será «continuista con la de Don Juan» Primera jornada de trabajo en la ciudad tras el nombramiento

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«Vengo a volcarme, a subirme a la cruz para intentar entre todos construir un mundo más justo y más humano». Ése fue el primer mensaje que el obispo electo de Jerez, monseñor José Mazuelos, transmitió a todos los fieles de la Diócesis de Asidonia-Jerez en su primera visita de trabajo a la que será su casa después de que el jueves la Santa Sede confirmara su nombramiento en sustitución de Juan del Río.

Durante la jornada de ayer el nuevo obispo de Jerez, que tomará posesión oficialmente el próximo día 6 de junio, mantuvo una intensa agenda de trabajo en su primer contacto con la nueva responsabilidad pastoral que le ha sido confiada.

De este modo, en el patio principal de la Casa de la Iglesia, el Palacio Bertemati, pudo conocer a los miembros de la actual Curia, así como a los delegados diocesanos y otros colaboradores del Obispado como el personal de Cáritas, etc. También inició una serie de reuniones con los vicarios, los canónigos de la Catedral, así como con los seminaristas.

Mazuelos tuvo también ayer su primer contacto con los medios de comunicación acompañado de su antecesor, del que destacó «su buena sintonía con la prensa», una actitud que él recalcó que pretende mantener.

Sus primeras palabras fueron para hacer hincapié en que «Vengo en nombre del Señor, contando siempre con su ayuda, con la certeza de que para Dios no hay nada imposible», y confiando en que estará a su lado porque «hasta ahora siempre me ha ayudado en las misiones que me ha encomendado. Espero que también sea así en Jerez».

El obispo electo declaró sentirse «tranquilo, feliz y contento», y enfatizó sobre todo que se encontraba «muy feliz de ser obispo en Asidonia-Jerez y de que el Santo Padre haya puesto en mis manos esta responsabilidad».

Mazuelos no quiso hablar, por el momento, de más objetivos ni más metas que las de conocer en profundidad la Diócesis. «Me voy a dedicar a conocer toda la realidad, que creo que es bastante rica, y llevará un tiempo conocer a tantos sacerdotes, religiosos y religiosas, tantos hombres y mujeres entregados a esta misión».

Además, recordó que la Diócesis de Asidonia-Jerez no le es desconocida, ya que compartió el seminario -entonces el de Sevilla y el de Jerez estaban juntos- con muchos sacerdotes que hoy ejercen aquí su labor. Del mismo modo, recordó que ha sido profesor de moral en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, «lo que me ha ayudado a conocer a muchos seglares que están estudiando», incluso hizo mención a su relación con algunos pueblos de la Sierra, donde viven algunos familiares.

Monseñor Mazuelos no pudo dejar de destacar la «maravillosa» acogida que ha recibido en esta Diócesis, y tuvo palabras de admiración para Juan del Río, al que alabó la gran labor realizada, «igual que fue la de Rafael Bellido, al que también conocí». Por eso, dejó claro que su intención es mantener una línea «continuista, no de ruptura, porque con Don Juan siempre ha habido una cierta comunión».

En todo momento mostró su confianza en «Cristo, que es el consuelo; Él camina con nosotros», y recordó su cercanía al mundo de las cofradías, destacando que ha sido director espiritual de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla y que su tradición familiar lo relaciona al Jesús Nazareno de su Osuna natal.

Tampoco eludió la cuestión en torno a su condición de doctor en Medicina, y dio gracias a Dios por haber cursado estos estudios que «dan un conocimiento del hombre importante y que certifican que donde el hombre necesita al médico de verdad es en el espíritu».

ppacheco@lavozdigital.es