Rajoy entierra la investigación sobre el espionaje en Madrid
El PP dice que no puede hacer «ninguna otra averiguación» más allá de las conclusiones de la Asamblea autonómica
Actualizado: GuardarCon el carpetazo de la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid se enterró también toda posibilidad de que el PP pueda esclarecer la supuesta trama que espiaba a sus dirigentes. Después de anunciar que llegaría hasta el fondo del asunto, Mariano Rajoy tiró la toalla y se dio por satisfecho con las conclusiones de la investigación que exculpa al gobierno autonómico. El líder del PP decidió ayer cerrar el proceso abierto por Dolores Cospedal para recabar información, que había quedado en suspenso nada más iniciar sus trabajos.
En pleno escándalo del espionaje, el pasado 25 de enero el líder del PP prometió mantener unido el partido «pase lo que pase» y, a continuación, encargó la apertura de una investigación interna sobre los seguimientos cruzados que se atribuían distintos sectores de su partido en Madrid. En una nota oficial, el presidente del PP anunció que la secretaria general había sido encargada de recabar «toda la información necesaria a fin de aclarar hasta sus últimos extremos lo ocurrido y adoptar, en su caso, las medidas pertinentes». Se comprometió a escrutar los partes de seguimientos a sus dirigentes «desde el respeto a la presunción de inocencia y en aras de la ejemplaridad que debe presidir la vida pública» y partiendo de la premisa de que, de confirmarse las informaciones publicadas, «nos encontraríamos ante unos hechos gravísimos y unas actuaciones inadmisibles».
Cuando se cumplen dos meses de aquellas decisiones, el partido opositor echó el cierre definitivo a la investigación, según informó Cospedal, al considerar que en su partido no disponen «de medios para seguir adelante porque no podemos practicar ninguna otra averiguación». De hecho, la secretaria general sólo pudo llamar a los militantes populares que aparecen relacionados con las informaciones de espionaje publicadas y, tras las primeras entrevistas, paralizó el proceso de información a la espera de los resultados de la comisión parlamentaria de investigación que anunció Esperanza Aguirre.
A la vista de los resultados de los trabajos parlamentarios, la número dos del PP entiende que la comisión de investigación «no ha podido demostrar nada» y, como constataron los populares madrileños el miércoles, no se ha logrado establecer la existencia de responsabilidades políticas en el gobierno de la Comunidad de Madrid.
El dictamen de la investigación no fue aprobado por dos de las supuestas víctimas y diputados autonómicos del PP, Alfredo Prada y Carmen Rodríguez, que no asistieron a la sesión en un gesto evidente de disconformidad con las conclusiones. De hecho, el PP utilizó su mayoría absoluta para imponer un régimen de investigación a su medida en el que no se permitió la comparecencia de las víctimas. El Grupo Popular de Madrid sostuvo que no se ha podido demostrar que existió una trama de espías y que tampoco puede considerarse que haya espiados, aunque los afectados hayan confirmado que fueron objeto de seguimientos.
En manos de la Justicia
La Asamblea de Madrid determinó que el Gobierno de Aguirre «ni ha amparado ni ordenado ni conocido» una trama de espionaje, negó la autenticidad de los partes de seguimientos publicados y dejó en manos de los tribunales el esclarecimiento total de los hechos.
En perfecta sintonía con el partido de Aguirre, Cospedal anunció ayer desde La Roda (Albacete) que «el PP dejará cerrada esta comisión de investigación que estaba abierta dentro del partido y esperaremos a las conclusiones de la Justicia».
El Gobierno insistió ayer en que el PP debe aclarar los supuestos casos de espionaje que le afectan. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega reclamó, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que el partido esclarezca todos los asuntos «turbios» que le afectan y sostuvo que la comisión de la Asamblea «no ha contentado a nadie». «Da la impresión -concluyó- de que tanto la investigación parlamentaria como la interna han sido montadas más para encubrir que para descubrir»