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El Gobierno busca un acuerdo sobre financiación que le dé estabilidad parlamentaria
Los socialistas aspiran a cerrar un pacto antes del verano
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero necesita que la financiación autonómica se resuelva cuanto antes, y que se resuelva bien. El deseo de que el nuevo acuerdo esté cerrado tan pronto como lo permita la constitución del nuevo gobierno gallego obedece a un objetivo: acabar con la sensación, cada vez más extendida en las filas del PSOE, de que el Ejecutivo central está abocado sin remedio a la parálisis en todos los frentes que requieren de consenso, y despejar el camino a futuras alianzas parlamentarias que garanticen una mínima gobernabilidad.
Con CiU y el PNV dispuestos a hacer pagar a Rodríguez Zapatero su expulsión del poder en Cataluña y Euskadi pese a ser las fuerzas más votadas, las miradas del PSOE se han vuelto hacia una dirección a la que muchos en el partido habrían querido no tener que recurrir. Sobre todo, después del infausto recuerdo que la amistad con los independentistas de ERC dejó en los sectores más jacobinos del partido. El PP ha sacado el debate político del terreno del «España se rompe», y eso facilita mucho las cosas.
Los socialistas cuentan con que antes del verano, pero después de las elecciones europeas, el Tribunal Constitucional logrará resolver el recurso presentado por el principal partido de la oposición contra del Estatuto de Cataluña, y que lo hará con una sentencia que, más que anular artículos, acote su interpretación y fije criterios legales de actuación.
Por las mismas fechas se habrá celebrado ya el Consejo de Política Fiscal y Financiera que debe dar el visto bueno al nuevo modelo de financiación autonómica. «Si es así, podremos afrontar la negociación de Presupuestos con otro espíritu», dice un miembro de la dirección del grupo parlamentario. Pero las cosas no son tan sencillas.
La Generalitat catalana aún no está conforme con el sistema propuesto por Solbes. El ministerio asegura que el modelo está cerrado en un 98% y que sólo queda pendiente de consensuar un 2%. «Detalles técnicos», aseguran. La consejería de Antoni Castells concede en cambio mucha importancia a esos flecos, porque los considera clave.