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Voluntarios por la gracia de La Pepa
160 figurantes recrearon la sociedad de la época en un desfile que terminó en el monumento a Las Cortes
Actualizado: Guardar«¿A quién van a fusilar?», se preguntaba un viandante al paso del desfile de la Milicia Nacional, el Cuerpo de Voluntarios Distinguidos de Cádiz y los figurantes vestidos a la usanza de principios del XIX, mientras otros sonreían o salían de las tiendas para ver de dónde procedía el ruido de tacones y los cánticos de las mujeres.
La recreación histórica del pueblo de Cádiz de 1812 por las calles del casco antiguo concitó a su paso a algunos curiosos, muchos que se toparon con el espectáculo por la calle y otros pocos que se animaron a salir al balcón, pero tal vez por lo temprano de la cita, el público era más bien escaso. Poco les importaba a los voluntarios, que marchaban serios y metidos en su papel, mientras los diputados, el clero y las mujeres y hombres del pueblo les seguían con ánimo mucho más festivo.
Ayer el día acompañaba (el año pasado cayó una tromba capaz de aguar los ánimos del más fiestero) y además, se duplicó el número de participantes. Frente a los 80 del año pasado, ahora son 160 entre civiles y militares. Entre los que se estrenaban, estaban los Voluntarios de Extramuros: vecinos de Puntales y Segunda Aguada que salían por primera vez en el desfile. Y también había, por primera vez, niños vestidos con los trajes de época (el más pequeño, de tan sólo cinco años).
Todos ellos, niños y mayores, son personas que se han prestado a participar en esta fiesta y que en su mayoría proceden de las asociaciones de vecinos y los centros de día de la tercera edad. En concreto, había voluntarios del barrio de San Carlos (con el presidente de su asociación, Enrique Carril, a la cabeza), Puente Bahía, Loreto y Santa María.
Los miembros de este ejército histórico proceden en cambio de cofradías y cargadores y han estado ensayando durante más de un mes con Ramón Velázquez, que de nuevo volvía a ejercer de general de la tropa.
La comitiva salió a la hora prevista. Con puntualidad británica -que no francesa- diputados, clero y pueblo emprendieron la marcha desde el Baluarte de La Candelaria. Tan presurosos iban que llegaron mucho antes que la Milicia y allí les esperaron, a las puertas del templo, mientras sus familiares aprovechaban para hacerles fotos. «Sácame guapa», rogaba una de las piconeras.
Unidos ya ejército y pueblo salieron por Santa Inés y Torre hasta llegar a San Antonio y la calle Ancha. De allí, acortaron por Sagasta, Tinte, San Francisco, Isabel La Católica y Fermín Salvochea. Al fin, se adivinaba al fondo el monumento a las Cortes y muchos ya no tenían resuello. «¿Qué pechá a andar!», comentaba entre risas una de las familiares que, cámara de vídeo en mano, no quería perderse un instante.
Al pie del monumento esperaban muchos curiosos, algún turista satisfecho de haberse encontrado algo tan typical (aunque no fuera tan spanish) y los alumnos del colegio San Alberto Magno, de Monforte del Cid (Alicante). Los chavales -visibles a la legua porque vestían de amarillo- presenciaron la ceremonia entre las inevitables risas y empujones, junto a su profesora de Historia, Sandra Pérez. Ganar el primer premio del concurso ¿Viva la Pepa! organizado por el Consorcio entre centros de toda España les dio derecho a un viaje a la capital gaditana. Y allí estaban los 31 alumnos y dos profesores, dispuestos a no perderse la aventura. Seguro que a estas horas las fotos que se hicieron con el móvil ya están colgadas en su cuenta de Facebook.
mcaballero@lavozdigital.es