Los liberales, al amparo del Doce en pleno chaparrón

Los liberales españoles regresaron ayer a su lugar de origen para refugiarse del chaparrón que, con una infinidad de matices, les culpa de la situación de recesión económica que vive más de medio mundo. Frente al, quizás simplista, mensaje que culpa a la permisividad liberal hacia los mercados de todos los excesos financieros y empresariales recientes, los que se proclaman con orgullo de esa forma reivindicaron, con optimismo, algunas alternativas.

El Club Liberal 1812 convirtió anoche el Casino Gaditano en punto de encuentro para revisar esas opiniones y rescatar libertades con la excusa inmejorable del cumpleaños de la primera Constitución Española y la tercera del mundo. El acto de entrega de premios estuvo precedido por una mesa redonda, titulada Respuestas liberales a la crisis. Francisco Cabrillo, Carlos Rodríguez Braun, Francisco Capella y el ex ministro Cristóbal Montoro fueron los participantes de un diálogo ameno hasta provocar las sonrisas entre los asistentes, que llenaban el patio del histórico inmueble. Aunque con interpretaciones personales, todas las intervenciones estuvieron conectadas por un sorprendente optimismo.

Los intervinientes se mostraron confiados en una cercana mejoría de la situación económica, impulsada en Estados Unidos, siempre que cese el intervencionismo político o la criminalización del sistema financiero.

Las críticas al «paternalismo», al incremento del «gasto público, que sólo fue gratis cuando cayó el maná», y a las «tonterías que pueden hacer los gobiernos», salpicaron los discursos. Montoro los resumió asegurando que no defiende «ningún modelo mágico e infalible para salir de la crisis».

Reconocimientos

Ya en presencia de la alcaldesa -que llegó con el acto comenzado debido a la coincidencia de citas en el horario de una jornada sobrecargada-, el Club Liberal 1812 entregó sus premios anuales. Cristóbal Montoro se hizo con el galardón Von Hayek. El periodista isleño Pepe Oneto recogió el dedicado a la Libertad de Expresión 2008. El aplaudido Carlos Rodríguez Braun se llevó el Premio 1812, mientras que Ignacio Camuñas obtuvo el Premio Libertad 2009.

Tanto el debate como los reconocimientos fueron sólo el inicio de la velada, que también tuvo una ruta por Cádiz con escala en Casa Manteca y una cena, con nuevas intervenciones, en los salones del propio Casino Gaditano. Los liberales españoles no podían estar en mejor lugar, en mejor momento.