RUEDA DE PRENSA. Antonio del Castillo y Javier Casanueva atendieron a los medios ayer en la sede de la asociación vecinal. / EFE
ANDALUCÍA

Miguel confiesa que él y El Cuco abusaron sexualmente de Marta antes de asesinarla

El ex novio, que se ha retractado tres veces, dice que utilizaron una navaja Los investigadores temen que los imputados oculten algo truculento

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Miguel Carcaño cambió -o amplió- el martes su declaración hasta en tres ocasiones. En su última comparecencia ante el juez encargado del caso, que se realizó pasadas las diez de la noche, Miguel volvió a dar un nuevo giro a su macabro relato de la dramática muerte de Marta del Castillo: aseguró que él y El Cuco, de 15 años de edad, abusaron sexualmente de la joven antes de asesinarla en la casa de su hermano, situada en la sevillana calle de León XIII.

Miguel contó que amenazaron a Marta con un objeto punzante, una navaja de pequeña dimensiones que la Policía encontró ayer donde Miguel dijo que estaría: en una alcantarilla de una perpendicular a León XIII.

Pero Miguel, que había mantenido hace un año una relación sentimental con Marta, niega que la asesinaran con la navaja. Insiste en que la estranguló el menor, aunque reconoce finalmente que él también la golpeó en varias ocasiones. El famoso cenicero, con el que dijo el pasado 14 de febrero haber cometido el crimen, fue una invención, según esta tercera revelación. Algunas fuentes del caso apuntan a que el asesino confeso de Marta (aunque posteriormente se haya retractado), le habría contado al juez que el día de autos -24 de enero- él y su pandilla habían consumido una importante cantidad de sustancias estupefacientes. Miguel, durante su última revelación, exoneró a su hermano Javier, al aseverar que no estaba en la casa cuando se produjeron los hechos. También exculpó a Samuel B.P., que permanece en prisión desde el pasado 14 de febrero acusado de los mismos cargos que Miguel (asesinato con alternativa de homicidio). Es más, Miguel le explicó al juez que Samuel nunca supo que él y El Cuco habrían violado y asesinado a Marta.

La policía tiene restos de ADN de Miguel y de El Cuco, mezclados con la sangre de Marta y unas llamadas sitúan a Javier en la casa de León XIII, a la hora en la que se produjeron los hechos, según uno de los informes policiales de este caso. Sin embargo, la única prueba hasta el momento de la participación de Samuel B.P. en el crimen eran los testimonios de Miguel y de El Cuco. Tantas declaraciones, algunas de ellas contradictorias entre sí, han provocado la dimisión del defensor de Miguel, el letrado Antonio Jiménez Almagro. El imputado tendrá que designar un nuevo abogado o pedir que le nombre uno de oficio, para que le asista en las declaraciones.

La policía cree que este cambalache de declaraciones obedece a una estrategia premeditada con la que, y esto por el momento sólo es una suposición, los sospechosos quieren esconder un hecho aún más truculento. Fuentes policiales recuerdan que el 95% de los asesinos señalan, pasadas unas horas o unos pocos días, dónde se halla el cuerpo de su víctima.



Vertedero

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, informó ayer en rueda de prensa de que habían comenzado las labores de rastreo en el vertedero de Monte-Marta, en Alcalá de Guadaira. Si buscar los restos de Marta en el río Guadalquivir se antoja una empresa difícil, en este centro de tratamiento de basuras resulta aún más complicado, porque tendrán que remover unas 90 toneladas de basuras.

Al ser preguntado por la credibilidad que se le dio al hecho de que el cuerpo de Marta estuviera en el Guadalquivir, el delegado del Gobierno dijo que él «le dio la misma credibilidad que le dio la Policía, el Poder Judicial y gran parte de la ciudadanía». La Abogacía del Estado, a petición de López Garzón, elaborará un informe del costo que ha supuesto un mes de búsqueda en el río, para incorporarlo a los autos.