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Cerrofruto sufre otro derrumbe en el techo de una de sus viviendas
La cubierta de un baño se desplomó ayer con el inquilino dentro de la casa El cuarto ha quedado destrozado, pero no se han producido daños personales
Actualizado: GuardarCualquiera podría pensar que el mal fario persigue a los vecinos de Cerrofruto, pero no se trata de algo sobrenatural sino de una cuestión más sencilla: la antigüedad y el deterioro de sus viviendas está produciendo una merma continua en ellas, que literalmente se caen sin que nadie ponga freno a una situación de verdadera urgencia. Ayer le tocó el turno al 2º izquierda del bloque 4, cuyo inquilino contempló con estupor cómo a eso de las 13.30 horas se desplomaba el techo de su cuarto de baño.
Antonio Moneo Orellana, un viudo de 76 años que vive solo y que afortunadamente se encontraba en otra habitación en el momento del suceso, se llevó un susto tremendo al oir el estruendo y comprobar que el baño había quedado reducido prácticamente a escombros. El afectado fue socorrido de inmediato por sus vecinos, alertados por el ruido que había producido el derrumbe. El presidente de la asociación vecinal, Juan Atienza, se apresuró a dar el correspondiente aviso al Ayuntamiento, que envió a varios técnicos municipales a la barriada con el fin de evaluar los daños.
Dolores Caravaca, representante del área de Infraestructura y Vivienda, encabezó la comitiva municipal y tuvo que hacer frente a las quejas y preocupaciones de los vecinos. «Ella dice que lo que ha pasado es normal -explicó Atienza-, porque las viviendas llevan así muchos años. De momento, mientras los técnicos terminan su informe y no dictaminan lo contrario, Antonio se quedará en su casa, aunque sin poder entrar en el cuarto de baño».
Según el presidente de la asociación, los técnicos aseguran que varias fugas de agua producidas recientemente podrían haber desencadenado los hechos, pero Atienza apunta a la existencia de dos o tres grietas que deberían cerrarse adecuadamente antes de reconstruir el techo de escayola, que como subraya «se está abriendo». Atienza aprovechó para recordar amargamente la cantidad de veces que los edificios de su barrio han sufrido episodios similares, confiando en que sea el Consistorio jerezano el que al menos corra con los gastos de los destrozos causados, ya que el damnificado se encuentra en el piso en régimen de alquiler, al ser éste de propiedad municipal.
«En mi casa sin ir más lejos se ha caído el techo dos veces, una en la cocina y otra en el cuarto de baño. Yo ya se lo he dicho a los del Ayuntamiento, que de momento estamos teniendo suerte, pero cuando pase una desgracia a ver quién carga con el muerto». Los residentes están más que hartos de vivir con una continua sensación de peligro, por lo que no descartan volver a manifestarse por cuarta vez si no se acomete la rehabilitación rápidamente.
Margen de confianza
No obstante, el representante de los residentes confesó que éstos van a otorgar cierto margen al Consistorio, al menos lo que queda del mes de marzo, ya que el delegado del ramo, Antonio Fernández Ortega, se comprometió a que este mes comenzarían los primeros movimientos al respecto. De hecho, ayer se anunció que el Plan General de Ordenación Urbana se someterá a aprobación el próximo 3 de abril, algo que el Gobierno local ha puesto como condición indispensable para que puedan comenzar las obras.
En este sentido, Atienza se mostró escéptico declarando que «yo ya no me creo nada. Vamos a esperar hasta ese día y a ver qué tiempo nos dicen entonces que va a tardar la rehabilitación. Si no lo vemos claro, nos movilizaremos de nuevo». La iniciativa de la Junta de Andalucía de someter por fin el PGOU a aprobación ha sido acogida por los diversos sectores y colectivos de la ciudad como agua de mayo, dado el retraso sufrido a consecuencia de las diversas modificaciones y adaptaciones a las exigencias de la Administración autonómica.
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