El PSOE busca nuevas alianzas para garantizar la estabilidad del Gobierno
Los socialistas, con la ayuda de última hora de IU, BNG y Coalición Canaria, evitaron su primera derrota de la legislatura
Actualizado:El PSOE abrirá hoy una ronda de contactos con todos los partidos del Congreso para tantear nuevas alianzas que permitan garantizar la estabilidad parlamentaria del Gobierno en los próximos meses y sacar adelante las leyes y acuerdos que cree prioritarios.
La iniciativa se produce dos semanas después de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco que han enfriado las buenas relaciones del Ejecutivo con PNV y BNG, que ayudaron a aprobar los Presupuestos del Estado. Los socialistas se han visto abocados desde entonces a la soledad parlamentaria y el Ejecutivo se enfrenta a la inestabilidad en plena crisis y en puertas de los comicios europeos.
La ronda de contactos que dirigirá el portavoz socialista, José Antonio Alonso, coincide con el aumento de las conversaciones y encuentros que desde el PSOE protagoniza su vicesecretario general, José Blanco, con los líderes de varios grupos minoritarios en el Congreso, entre ellos ERC e IU.
Las claras maniobras de acercamiento de los socialistas a algunos de los grupos de izquierda que les apoyaron en la pasada legislatura, y que habían pasado a un segundo plano al comienzo de ésta, han sido respaldadas, incluso, con algunas conversaciones directas desde la cúspide del Ejecutivo.
Alonso tiene previsto reunirse en los próximos días con los responsables parlamentarios de los partidos que quieran acudir a sus citas. Hoy lo hará con los responsables de ERC e IU-ICV y la próxima mantendrá al menos un encuentro con el BNG.
El objetivo es hacer un análisis conjunto del momento parlamentario y «tantear» la predisposición de los grupos para alcanzar acuerdos sobre los temas de interés común, los proyectos de ley en tramitación y otros que podría remitir el Gobierno al Congreso en fechas próximas. Los encuentros darán a los socialistas una idea de las posibilidades con que cuentan para recomponer mayorías absolutas en determinados temas, y saber cuáles serán sus flancos más vulnerables, en los que podrían comenzar a perder votaciones, y cuál su grado de soledad parlamentaria.
ERC e IU acudirán a las reuniones con buena predisposición, sin descartar acuerdos concretos, pero le dirán a Alonso que no están dispuestos a convertirse en socios estables del PSOE y que desde luego no serán su «parachoques» permanente contra los ataques y las iniciativas parlamentarias del PP.
Ambos partidos reclamarán un giro a la izquierda en la política del Gobierno, especialmente en economía y en medidas anticrisis. ERC, además, hará hincapié en que una buena colaboración requerirá de un acuerdo satisfactorio y urgente sobre financiación autonómica y de un mayor desarrollo del Estatuto de Cataluña.
IU pedirá a los socialistas que abandone el hábito de legislar a golpe de decreto del Gobierno, pedirá reciprocidad y advertirá de que su voluntad de pacto no irá más allá de negociar los acuerdos pleno a pleno.
El BNG, socio de los socialistas en Galicia hasta el pasado 1 de marzo, no descarta recuperar el entendimiento con el PSOE en el Congreso. Fuentes consultadas indicaron que, en todo caso, para que se dé esa situación debe recuperarse un clima de confianza entre ambos partidos en Madrid y Galicia y basar su colaboración sobre acuerdos concretos y satisfactorios para ambas partes.
Evitar derrotas
Los socialistas pretenden que la ronda de contactos sirva también para evitar en lo posible lo ocurrido ayer en el Congreso, donde, a última hora y con la ayuda de IU, BNG, Coalición Canaria y Nabai, lograron no ser derrotados por primera vez en esta legislatura en una votación en el pleno.
Las intensas negociaciones que los portavoces del PSOE desplegaron desde el lunes con otros grupos minimizaron los daños políticos y dieron sus frutos al pactar también enmiendas de consenso en otras dos mociones de CIU y el PP con las que en principio no estaban de acuerdo y en las que iban a ser derrotados.
Con la ayuda de los grupos minoritarios derrotaron in extremis tres de los cinco puntos de una proposición no de ley del PP en la que el Congreso reclama al Gobierno un amplio paquete de medidas para la grave crisis de ventas que padece el sector de la automoción. El PP recibió el apoyo de CiU y PNV pero no logró sacar adelante su iniciativa por la ausencia de media docena de sus diputados.
La derrota iba a ser más política que real, pues la proposición no de ley aprobada sólo es una petición del Parlamento al Ejecutivo, que no tiene obligación legal de llevarla a cabo.
La cúpula del grupo socialista y altos miembros del Gobierno negociaron hasta el último momento con los minoritarios la estrategia para evitar su primera derrota.