Sol y sombra en El Puerto
Oli vuelve a casa al mando del Écija dispuesto a pelear «por entrar en los 'play off' de ascenso», mientras que Fabregat sueña con el milagro que salve a su Portuense
Actualizado: GuardarUn perfil parecido. Hombres de fútbol, jóvenes, que buscan su consagración en el banquillo y aspiran a que su caminar por el pozo sea un paso en su proceso de formación. Este sábado se enfrentarán en un duelo dramático para uno, ilusionante para otro. Oli juega en casa, en El Puerto, donde hace vida diariamente aunque ahora el trabajo le haya llevado a Écija. Fabregat intenta mantener con esa vida a un Portuense que se resiste a un patético final.
Ambos se citaron ayer en una tasca de la localidad, junto a la señera plaza de Toros. Sol y sombra, así se llama el bar, una magnífica metáfora de la situación de cada uno. Conversan sobre el momento actual de Segunda B, aunque la crisis rojiblanca centra inevitablemente el debate. «Nosotros trabajamos durante la semana para llegar a la jornada con lo mínimo», comenta el racinguista.
Semana de recuperación
Le espera una semana «de regeneración». Ayer tuvo a sus chicos en un spa, ya que el cansancio hace mella en las agotadas piernas de los futbolistas y les espera una maratón de tres partidos en ocho días. Para colmo, tiene entre algodones a Sanlúcar y Jhony, por lo que posiblemente tendrá que tirar de la cantera. «Es una situación muy complicada y el esfuerzo de la plantilla es digno de elogio», reconoce Oli.
«Mantenemos la esperanza», destaca Fabregat, «pero sólo nos queda ganar y ganar. Matemáticamente está casi imposible». Sabe que esta jornada se encuentra con un Écija en pletórico estado de forma, «pero vamos a ser optimistas. Parece que se quitará el viento, lloverá y el campo estará más rápido. Porque este césped artificial nos tiene reventados».
La temporada pasada, Oli cayó en el Cuvillo con su Marbella, pero no se jugaba nada y el Portuense la permanencia. Ahora, pese a tener encarrilada la salvación, es muy ambicioso. «En la segunda vuelta tenemos números de play off de ascenso, con cinco victorias y dos empates. Aspiramos a conseguir esa cuarta plaza que parece que no quiere nadie. Está complicado porque nos encontramos a nueve puntos, pero no nos podemos conformar sólo con permanecer», declara el ovetense.
«Es muy buen equipo», reconoce Fabregat, «que podría estar más arriba si no hubiera empezado mal», amplía Oli. Se ha reforzado en el mercado invernal con Amarilla, el hijo del ex futbolista, y veteranos como Luna llegan frescos tras las lesiones de la primera vuelta. «En cambio a nosotros se nos han ido siete, y muchos de ellos importantes».
Fabregat es ambicioso y crítico, por ello no acabó del todo satisfecho con el juego ante el Granada 74, a pesar de la victoria. «Tuvimos algo de suerte». En cambio, «debimos haber ganado al Guadalajara porque fuimos superiores pero todo nos salió mal».
Oli viene «a por el triunfo», y el Portuense «no puede hacer otra cosa más que ganar». De ahí que no apuesten por el empate. No sólo están en juego sus equipos, sino su proyección. Y los dos quieren proseguir su escalada en este mundo del fútbol.
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