Las lluvias del invierno anticipan una temporada de alergias más intensa
La floración de gramíneas y olivos comienza antes de la fecha por los fuertes vientos y la subida de las temperaturas Ráfagas medias de aire pueden desplazar los granos de polen a distancias de 200 kilómetros en la provincia
Actualizado:Faltan apenas unos días para que comience la primavera y los centros de salud reciben desde hace casi un mes a pacientes con alergias. Las lluvias del invierno han propiciado un adelanto de la floración y con ella un aumento de los cuadros de rinitis y asma. En el caso de Cádiz, los principales alérgenos son gramíneas y olivos, que a pesar de no ser abundantes llegan a toda la provincia a través de las habituales ráfagas de aire. Tardes de Levante como la de ayer suponen un verdadero suplicio para los afectados, que aumentan de forma exponencial.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) calcula que un 20% de la población padece algún tipo de alergia, aunque tal como avanza el número de casos detectados por año la cifra puede ser muy superior. Si nos vamos a Cádiz hablaríamos de un total de 240.000 diagnosticados. La previsión es que dentro de 15 años llegue a la mitad de la población. Las más temidas en estos momentos son las que producen las gramíneas, que este año florecerán antes.
Las habituales
La predicción de la Seaic no es nada halagüeña. Ésta será una de las tres primaveras más intensas de la última década. Las concentraciones superarán los 5.100 granos por metro cúbico de aire, frente a los 4.000 registrados la temporada pasada y cuatro veces superior a la detectada en 2005. Los mayores picos se darán entre el 15 de mayo y el 15 de junio si no hay un cambio brusco del tiempo. Cifras aparte, un aumento de polen significa un mayor número de personas que sufrirán rinitis, moqueo constante, picor de ojos, estornudos y en los casos más graves, cuadros asmáticos.
Afortunadamente, la concentración de polen de olivo, el otro alérgeno con mayor incidencia, se espera más moderada. Dado que el año pasado contó con una alta producción polínica, la primavera será sosegada. El motivo hay que buscarlo en la propia naturaleza del cultivo, de escasa floración tras una cosecha abundante. El fenómeno se denomina vecería -o alternancia- y se mantiene constante a no ser que las condiciones meteorológicas rompan la dinámica. La principal localización de olivos se encuentra en la Sierra, pero consigue poblar toda la provincia de granos por la velocidad del viento.
El dato lo proporciona Francisco González Minero, profesor de Botánica de la Universidad de Sevilla y miembro de la Red Española de Aerobiología (REA). Bajo su supervisión están las dos estaciones de medida con las que este órgano cuenta en la provincia gaditana. Por su experiencia sabe que el viento de Levante es el más perjudicial, porque arrastra una mayor cantidad de polen. De hecho, «en rachas de 25 kilómetros por hora es capaz de desplazar partículas a 200 kilómetros».
Según la predicción de la REA, los mayores niveles de concentración de polen que hay en estos momentos pertenecen al ciprés, que tiene una mayor presencia en la Bahía de Cádiz, Jerez, la Janda y la Costa Noroeste. La alergia a este cultivo «se ha intensificado en los últimos años, porque está presente en urbanizaciones y jardines particulares», precisó González Minero, lo que la ha diseminado por toda la provincia, especialmente en Jerez, El Puerto y Chiclana, donde se ha levantado un mayor número de viviendas.
Algo parecido ocurre con las palmeras, que tienen una floración escalonada, con una mayor intensidad en esta época. Así lo recogen las dos estaciones de medición localizadas en Cádiz, a cargo de la Clínica Doctor Lobatón y en Sanlúcar, sufragada por el Ayuntamiento y la empresa Alcampo. La REA pretende cerrar el mapa de medición con dos estaciones más en Arcos y el Campo de Gibraltar, aunque está pendiente de financiación.
El alérgeno de la casa
En el caso de la Bahía y toda la zona litoral, el principal alérgeno es el ácaro del polvo. Se trata de un insecto microscópico que se alimenta principalmente de escamas de la piel, por lo que tienden a encontrarse en los hogares. Son inquilinos habituales de colchones, almohadas, mantas, edredones o el propio pelo y existen más de 30.000 tipos. Las épocas de mayor incidencia son el otoño y la primavera, cuando las temperaturas son suaves y hay humedad, un ambiente idóneo para su proliferación.
También es habitual en la provincia la alergia a la parietaria, una planta que crece sobre muros y paredes en zonas con alta concentración de nitrógeno. Son habituales en zonas húmedas de la Sierra, como Ubrique, Bornos o Arcos y «están en flor casi todo el año», asegura el responsable de las estaciones de Cádiz de la REA. La parietaria es parecida a la ortiga, que también tiene un alto índice de concentración en la costa gaditana, ambas con un 7% de incidencia. El principal problema de estas especies que es tienen un grano pequeño y esférico, fácilmente transportable, por lo que puede viajar durante una mayor distancia.
La alergia al polen es un proceso que afecta más a jóvenes, aunque también a niños y adultos. Casi el 70% de los pacientes con alergias tienen menos de 40 años, siendo en la segunda década de la vida cuando es más frecuente esta patología. Las mujeres suelen sufrirla con más frecuencia que los varones. Más del 80% de los pacientes con alergia al polen presentan rinitis, más del 40% conjuntivitis y más del 30% han sufrido alguna vez síntomas de asma, según la Sociedad Española de Alergias.
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