Un arduo trabajo policial
La operación Carlo Magno se desarrolló a finales del mes de marzo del pasado año, fruto de una investigación que se inició cinco meses atrás, cuando el Grupo de Estupefacientes de Jerez tuvo conocimiento de la existencia de uno de los miembros de la organización que, presuntamente, se dedicaba a las ventas directas y a la distribución de los remanentes de sustancias estupefacientes de operaciones anteriores. Durante ese tiempo, y siempre bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Jerez, los agentes trabajaron en la identificación de todos los miembros de la trama y su grado de participación en los hechos, así como en comprobar su modus operandi y en recabar las pruebas necesarias.
Actualizado:Una de las cuestiones que descubrieron es que la vertiente gaditana de la organización era precisamente dirigida desde Jerez por uno de los detenidos, así como por sus dos socios y cabezas visibles de la organización, que también fueron apresados. Posteriormente, continuó la investigación hasta la identificación de otras personas que se encargaban de la distribución y venta a escala inferior de la droga en la ciudad.
Por otro lado, se investigó en otras zonas de la geografía española, comprobando la participación en los hechos de otras personas en Sanlúcar y en el norte de España, concretamente en Santander y el País Vasco, que eran los presuntos encargados de la distribución final de la mercancía. Una vez comprobados estos extremos y en una de las entregas de una gran cantidad de estupefacientes, los funcionarios procedieron a la detención simultánea de todos los implicados en la trama, efectuándose con la debida autorización judicial dos diligencias de entrada y de registro.