UNIDAD. La junta directiva del PP, con Mariano Rajoy al frente, antes de iniciarse la reunión para preparar la campaña de las elecciones europeas. / REUTERS
ESPAÑA

Rajoy se ufana de que el PP no se hunde pese a las campañas de acoso

Advierte a sus críticos que no se dediquen a urdir «operaciones de salón» porque no conducen a nada

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Mariano Rajoy hizo ayer un discurso de autoafirmación personal ante la multitudinaria reunión de la Junta Directiva Nacional de su partido. Sostuvo que las elecciones vascas y gallegas del pasado 1 de marzo demostraron que el PP «no se hunde nunca» pese a «las circunstancias adversas» que rodearon a esos comicios, en alusión a las investigaciones judiciales sobre la trama de corrupción. Unas imputaciones que no tomó en consideración. Es más, sostuvo que los acusados son «inocentes mientras no se demuestre lo contrario» y se comprometió a defender su «honorabilidad».

Dirigentes natos, diputados, senadores, eurodiputados, alcaldes, y hasta parlamentarios autonómicos se dieron cita en un hotel de Madrid para escuchar el discurso de Rajoy ante la Junta Directiva Nacional. Era el momento de paladear las mieles de los buenos resultados electorales después de semanas de zozobra por las noticias que llegaban de los tribunales. Pero en medio de esa concentración de altos cargos populares, chirrió una ausencia, la del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, salpicado por unos trajes regalados por una de las empresas de Francisco Correa. No importó. Rajoy no mencionó la ausencia y se centró en defender el éxito de su estrategia y arengar a los suyos ante las próximas elecciones europeas, la antesala de La Moncloa a tenor de sus palabras.

El líder de la oposición se ufanó de que los comicios del 1 de marzo han demostrado que el PP es «el partido más fuerte de España» porque a pesar de las campañas en su contra, valoración que dan los populares a las investigaciones de Baltasar Garzón, ha sabido no sólo salir a flote sino ganar las elecciones en Galicia y volver a gobernar, y ser decisivos en Euskadi para desalojar al nacionalismo del poder.

El PP, proclamó, «ha recuperado la centralidad de la política» y está en condiciones de «volver al Gobierno de España», un objetivo, avisó, que requiere no tener «un minuto de descanso o de distracción» para poder ganar los próximos comicios al Parlamento europeo del 7 de junio.

Pero los resultados electorales tuvieron una lectura más para Rajoy: «el fracaso del diseño político de Zapatero». Se ha demostrado, subrayó, que se ha ido al garete el proyecto de los socialistas de «dejar fuera al PP» para acordar con los nacionalistas. Los hechos han demostrado que el PSOE se ha quedado en Galicia sin el Bloque Nacionalista, y en el País Vasco «no tiene más opción» que pactar con el PP y enfrentarse con el PNV. «Quién te vio y quién te ve», ironizó el líder opositor.

En resumen, concluyó, «las cosas han cambiado» y ha comenzado «un nuevo ciclo político», en el que el PP «está en condiciones de desempeñar un papel decisivo en las Cortes». Frase en la que alguno quiso ver una velada amenaza de una moción de censura.

Ensoñaciones

Rajoy también aprovechó que el viento político vuelve a soplar a su favor desde el 1 de marzo para deslizar un recado a los críticos con su estrategia dentro del PP.