COMPARECENCIA. Carlos Dívar saluda a Rosa Díez junto a José Bono y el presidente de la Comisión de Justicia, Álvaro Cuesta. / EFE
ESPAÑA

Dívar pide respeto a la independencia del Poder Judicial para sancionar

El PP no entiende que Garzón no haya sido castigado y el PSOE replica que el juez ha estado mal defendido

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El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, utilizó su primera comparecencia en el Congreso para reclamar al Gobierno y a los partidos políticos que no interfieran ni se entrometan en los procesos disciplinarios abiertos a los jueces. Indicó que es una competencia exclusiva del órgano que preside, y que así debe seguir siendo porque es el «pilar de la independencia» judicial y la única «garantía contra la intromisión de los demás poderes del Estado en la labor jurisdiccional».

Dívar quiso dejar claras dos cosas a quienes creen que el CGPJ es blando con los jueces. La primera, que las sanciones de separación del servicio o de suspensión temporal de empleo y sueldo, las más graves, deben ser «aplicadas con prudencia» por las dificultades para cubrir el hueco que deja el magistrado sancionado.

La segunda, que las faltas deben graduarse por «la intencionalidad» del juez, para lo que hay que atender a las «concretas circunstancias» que rodean los hechos irregulares, y no sólo a la consecuencia en sí.

Este segundo argumento sonó a defensa de la multa con la que el CGPJ resolvió el expediente abierto al juez Rafael Tirado por el 'caso Mari Luz', de la que recordó que fue «adoptada por mayoría absoluta» del anterior consejo y que los únicos legitimados para poner en tela de juicio esa decisión son los magistrados del Tribunal Supremo que tienen que resolver el recurso. Los demás, indicó, no son quienes para dudar de la legalidad de la resolución.

Su reclamación no tuvo mucho éxito entre los diputados, que se enzarzaron en una polémica encendida entre quienes creen que el CGPJ no defiende lo suficiente al juez Baltasar Garzón frente a los ataques del PP a la instrucción del 'caso Gürtell' y los que creen que ya debería estar sancionado con falta grave por las presuntas irregularidades denunciadas. Dívar rechazó las críticas de ambos lados «con la ley en la mano que ustedes nos han dado».

IU cree que el PP y algunos medios de comunicación someten al magistrado a «un linchamiento» que cuestiona «su independencia judicial» sin que el CGPJ salga en su defensa. El PSOE, de acuerdo con lo anterior, entiende que el Poder Judicial es «tibio» en el amparo a su labor jurisdiccional frente a intromisiones ilegítimas y avisó al vicepresidente del Poder Judicial y ex consejero valenciano, Fernando de Rosa, presente en la sala, de que si vuelve a desautorizar el trabajo de Garzón le exigirá su dimisión.

En una intervención durísima, el portavoz del PP Federico Trillo acusó a Dívar de no hacer nada y dijo no comprender cómo el CGPJ ha podido archivar la denuncia presentada contra el juez por su participación en una cacería junto al ex ministro de Justicia, cuando el mismo comportamiento le ha costado el cargo a Mariano Fernández Bermejo. El tono del diputado popular fue tan duro que el compareciente dijo que «en algunos momentos me he sentido en el banquillo».

El presidente del Poder Judicial también justificó sin matices el malestar y el enfado que vive la carrera y no le extrañó que muchos jueces «se sientan indebidamente señalados» por el mal funcionamiento y los retrasos de los tribunales cuando «no pueden administrar justicia con unos estándares mínimos de calidad». Cree Dívar que el trabajo de los jueces está limitado por la falta de medios y de personal. Pasó de puntillas por la huelga -«que es alegal»-, hizo suyas las reivindicaciones del colectivo, se ofreció a liderar la reforma e hizo un llamamiento a modernizar la Justicia.