
Crónica negra de Nueva York
La Fundación Telefónica exhibe 270 instantáneas de Weegee, el fotógrafo que retrató la violencia y podredumbre de la ciudad durante los años 30 y 40
Actualizado: GuardarMafiosos acribillados a balazos, edificios en llamas, detenciones, accidentes Nada relacionado con la violencia le fue ajeno a Arthur Fellig, alias Weegee, el fotorreportero que retrató el submundo nocturno de Nueva York en los años 30 y 40 del pasado siglo. ¿Cómo se las arreglaba para estar siempre en los lugares dónde saltaba la noticia? Entre sus muchos recursos -además del olfato y sus contactos-, sabía interceptar la frecuencia de radio de la policía y los bomberos.
La Fundación Telefónica expone hasta el 17 de mayo Weegee's New York, una impactante secuencia de 270 imágenes donde el visitante se puede encontrar con escenas truculentas -cadáveres todavía calientes o rascacielos en llamas-, y otras más digeribles, aunque igualmente desgarradoras: vagabundos tirados en las aceras, borrachos de mirada perdida, rostros crispados, angustiados, gritando o llorando. Pero la noche da mucho de sí y Fellig también supo detenerse en escenarios menos inclementes. Su cámara Speed Graphic captó parejas besándose en los bancos de la calle y en las butacas de los cines, muchedumbre de turistas bañándose en la playa y personajes anónimos celebrando algún acontecimiento.
Su coche, un Chevrolet, era su segunda vivienda. En el maletero tenía una cámara de fotos, carretes, líquido de revelar, repuestos de bombillas para el flash, películas de infrarrojos, un receptor de radio aficionado, una fresquera con bebidas y alimentos, cajas de puros, chubasqueros y un enorme paraguas. «Le llamaban Weegee en alusión a su milagrosa capacidad de llegar a los sitios antes que la policía», asegura el director general de Fundación Telefónica, Francisco Serrano. «Fue pionero en el periodismo sensacionalista, una mercancía que siempre ha tenido mucha demanda; en ese terreno era el mejor y el más rápido». El realizador Howard Franklin se inspiró en su vida cuando en 1992 filmó El ojo público, protagonizada por Joe Pesci y Barbara Hershey,
Récord de asistencia
La exposición se divide en 14 apartados: Los durmientes (personas que viven y duermen en la calle), Incendios, Weegees's People, Circo, Harlem, Sábado por la noche, Espectáculos, Striptease, En la ópera, La Bowery, Policía y Cía, El cine de la calle, Coney Island y Desnudos y fotomontajes. «La noche, para él, carecía de misterios», cuenta Serrano. «En seis días la han visto 15.000 personas, lo que supone un récord histórico de nuestras salas», subraya el director general de la fundación.
Hijo de un rabino, Arthur Fellig emigró en 1910 a EE UUcon su familia. Allí comenzó su carrera como fotoperiodista. En 1917 consiguió trabajo en un estudio de fotografía y pronto se convirtió en asistente del titular. En 1921 trabajó para The New York Times y el Wide World Photos. De ahí paso a la Acme Newspictures, una agencia que proveía de imágenes a tres periódicos neoyorkinos. Cansado de que no le firmaran las fotografías decidió, a los 36, instalarse por su cuenta. Aguzó el ingenio para introducir la cámara en sitios imposibles y su nombre empezó a cotizarse. Revistas como Life y Popular Photography demandaban sus trabajos. La leyenda -como ocurre tantas veces- comenzó a forjarse a partir de su muerte.