Carta a Pinocho

uerido Pinocho: Me he enterado por los medios de comunicación de que acabas de cumplir tus primeros 70 años y me gustaría felicitarte por lo feliz que me hiciste de niño y más. Cuando vi la película de la factoría Disney a todo color con tus travesuras, tu rebeldía, tus fantasías, tu prominente nariz y tus continuas peleas con Pepito Grillo, buen colega tuyo, aunque te lleve la contraria. Yo sé que tú eres un buen niño, pero que por juntarte con el gato Gedeón, con el Titiritero, con Juan el Vividor, el Polilla y otros de malas costumbres, mientes mucho. Y cuando mientes tu nariz se alarga y se pone la punta roja como una farmacia de guardia. Me hace mucha gracia lo de la nariz, los políticos mienten más que tú y no se les pone larga. Y eso que ellos se juntan también con Juan el Vividor, el gato Gedeón y el Polilla, que te da chervecitas y cuchi-cuchi para mantenerte contento y manejarte. Me gusta mucho tu gorro azul y amarillo como los colores del Cádiz, donde, por cierto, te imitan muy bien. Del carnaval te diré que todo de puta madre. Nadie miente, ni a nadie se le pone la nariz larga, eso sí, roja mollate. Además, en el carnaval no hay titiriteros, ni gatos, ni juanesvividores, ni polillas embaucadoras. Y, por supuesto, a Pepito Grillo lo odiamos por empeñarse en decir las cosas tal como son. De la Semana Santa te diré que doctores tiene la Iglesia y, así todo, mienten más que parpadean. Aquí, querido Pinocho, mentimos todos. ¿Todos! Te imitamos la mar de bien. Somos los mejores. De trabajo no quiero hablarte porque eres un menor y no debes de enterarte de la sinvergonzonería que están haciendo con los obreros, los parados y los más débiles. Voy a mandarte por correo electrónico una fotografía de los eventuales de Delphi que están encerrados en los sindicatos, con pasquines y carteles y hablan de las mentiras de la Junta y los sindicatos. ¿Cómo te queremos en Cádiz! Que seas feliz, chaval.