Se cumplen ocho meses del cierre de La Posada de María sin que los dueños reciban respuestas del Ayuntamiento
Ocho largos meses han pasado ya desde que el bar La Posada de María cerrara sus puertas de la noche a la mañana y sin previo aviso, tras haber sido clausurado por la Delegación de Urbanismo. Como ya explicaron los propietarios del negocio en su momento, todo se debió a «un error burocrático», puesto que el local seguía figurando a nombre de la esposa del dueño (la cual está incapacitada para realizar una actividad laboral), cuando hacía tiempo que la titularidad había sido traspasada a nombre de él.
Actualizado: GuardarEl caso es que desde entonces la pareja se ha dirigido en diversas ocasiones al Ayuntamiento sin recibir ningún tipo de explicación al respecto y, lo que es peor, sin que nadie les aporte soluciones. Tras tocar varias puertas, Victoriano Gallego y María González le han remitido un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz, que sin embargo tampoco ha dado los frutos esperados, puesto que José Chamizo asegura en su respuesta que no se observa en el comportamiento de la Administración local «una actuación contraria al ordenamiento jurídico».
El Consistorio argumenta, por su parte, que el local carecía de licencia para ejercer la actividad de bar con cocina o lo que es lo mismo de restaurante, una infracción tipificada como grave por la legislación. La pareja insiste ante esto en que en su negocio «sólo se servían platos fríos y guisos que preparábamos previamente en casa».
