ÚLTIMA VELADA. Jazz y flamenco en la bodega. / CRISTÓBAL
Sociedad

Las manos que mecen el toque

Habichuela y Holland desgranaron su virtuosismo en la bodega

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La última de las veladas dedicadas a la guitarra se celebró en la bodega de Los Apóstoles en la pasada noche del viernes con artistas de excepción. Si antes de éste fue José Fernández Tomatito el que presentó su antología, algunos de sus éxitos de los últimos años, la ocasión más que merecida para cerrar las puertas del lugar se reservó para el toque de Pepe Habichuela y Dave Holland en el contrabajo.

Un recital que se presentó lleno de asistentes. Y es que Dave Holland no es cualquier artista invitado. Sus manos recorrieron los gruesos bordones con una agilidad estremecedora. Haber compartido escenario y ser parte integrante de la banda de Miles Davis durante algunas temporadas le da el caché necesario para permitirse el lujo de hacer lo que quiera, sin partituras, sin ensayos. Una jazzista completo que vive de la improvisación bien entendida.

La guitarra de Pepe Habichuela le dio su sitio. El granadino comenzó por soleá. Me pareció verlo nervioso, no atinó en algunas notas aunque conforme se calentaban sus dedos se metía en el toque y se armó hasta proteger el toque estupendamente bien. Holland, con varios solos levantó al público, que ya sabía a lo que venía. La fusión con el jazz del inglés estuvo escoltada por las guitarras de Charly y Josemi Carmona, y la percusión de Piraña y Juan Carmona. Pudimos escuchar seguiriyas, fandangos de Huelva, tangos bulerías y otra composición entre el flamenco y el jazz de gran solera. La percusión sonó en exceso, y tres guitarras encima del escenario son demasiadas para poder apreciar la excelente calidad de Pepe y Dave. De cualquier manera una jam session de altísima calidad para despedir hasta el próximo año a la bodega.