Solución obligada
Actualizado: Guardara manifestación celebrada por miles de policías en las calles de Madrid constituye una nueva expresión de un malestar en los cuerpos de seguridad que requiere, en lo posible, de la búsqueda de un pronto acuerdo con el Ministerio de Interior que evite convocatorias como la de ayer, legítimas pero impropias por parte de quienes se encargan de proteger a sus conciudadanos. La disparidad que persiste en los sueldos que perciben policías nacionales y guardias civiles con respecto a los agentes municipales y autonómicos exige una revisión que establezca unos emolumentos más equitativos para quienes desempeñan, además, una labor imprescindible en el adecuado funcionamiento del Estado de Derecho. Pero los manifestantes y quienes los representan están obligados a encauzar sus reivindicaciones hacia un terreno que permita conciliarlas con la responsabilidad que asumen.