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El asesino alemán comentaba en internet noticias sobre matanzas escolares

Alemania sigue bajo la confusión en todo lo que rodea a las circunstancias de la matanza de Winnenden. Si el mismo día de la masacre la Policía informaba de que Tim Krestschmer, el joven de 17 años que asesinó a quince personas antes de suicidarse, estaba siguiendo tratamiento psiquiátrico, sus padres salieron ayer al paso y desmintieron a través de su abogado en un semanario que el chico estuviera sometido a terapia alguna. Según explicaron, ni estuvo ingresado en una clínica para enfermos mentales ni recibió apoyo psicológico.

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Asimismo, sus padres también desmintieron que en la casa que la familia tiene en la localidad de Leutenbach, vecina a Winnenden, donde se produjo la mayoría de los asesinatos, estuviera habilitado el sótano para hacer prácticas de tiro, como se difundió los primeros días en algunos medios. Lo que sí parece probado es que el joven habría practicado puntería al menos tres veces en el club de tiro al que pertenecía su progenitor con la pistola marca Beretta que luego usó para sus crímenes. La última de estas veces habría tenido lugar tres semanas antes de perpetrar el tiroteo.

Videojuegos

El joven era, como muchos otros, un aficionado a los videojuegos violentos aunque tenía una particular distracción: desde hacía meses participaba en foros de Internet con el pseudónimo JawsPredator 1 - mandíbulas depredadoras-, donde intercambiaba información sobre matanzas escolares y hacía comentarios cáusticos y siniestros como éste: «lo gracioso es que cuando anuncian [la masacre] nadie les cree».

La Policía también investiga quién creó y colgó en un chat de Internet el mensaje en el que supuestamente Krestschmer anunciaba la matanza y que dejó en evidencia al ministro de Interior del lander de Baden-Würtemberg, Heribert Rech, al adjudicárselo al propio homicida en las primeras horas. Rech informó del mensaje y leyó su contenido en una concurrida conferencia de prensa, al día siguiente de la masacre. Horas después del anuncio, un portavoz policial rectificó las informaciones sobre el mensaje, que en ese lapso de tiempo había dado la vuelta al mundo.

Por otra parte, Angela Merkel y el presidente alemán, Horst Köhler, asistirán al funeral por las víctimas de la matanza que se celebrará el día 21.