El fracaso del diálogo social merma el poder de las patronales y los sindicatos
El Gobierno es consciente de que puede actuar y tomar decisiones de manera unilateral siempre que respete los derechos sociales básicos
Actualizado:«Si prospera la idea de que el Gobierno actúe sin nosotros, apañados estamos los sindicatos y las patronales». El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, dejó muy claro con esta frase que el fracaso del diálogo social mermará el papel que las organizaciones empresariales y las centrales mayoritarias desempeñan en la vida cotidiana de un país, en el que la población (incluidos los trabajadores) es muy reticente a afiliarse o a agruparse para defender sus intereses.
Para el líder de Comisiones, urge reconducir la situación. «Que gobierne el Ejecutivo no es un buen negocio ni siquiera para las patronales», recalcó recientemente en un desayuno de trabajo.
Fernández Toxo aludía así al último paquete de reformas laborales aprobado por el Ejecutivo bajo el epígrafe de «medidas para el mantenimiento del empleo y la protección de las personas desde las empresas». Su puesta en marcha ha costado a las arcas públicas unos 1.500 millones de euros. Los agentes sociales no han participado en el diseño ni en la distribución del importe, lo que les ha causado cierta contrariedad. Ante sus representados (empresas y trabajadores) han aparecido con las manos vacías.
Mientras tanto, el Gobierno tiene libertad para adoptar los cambios e iniciativas que crea oportunos. Es más, desde muchos sectores así se lo exigen con urgencia. El presidente Rodríguez Zapatero ha aprendido de históricas experiencias, y uno de sus objetivos es acabar la legislatura sin huelgas generales, algo que no consiguieron sus antecesores Felipe González y José María Aznar. Ahora es consciente de que puede aplicar unilateralmente reformas siempre que respete los derechos sociales. Esta manera de actuar le garantiza que CC OO y UGT, aunque se muestren insatisfechas y críticas hacia sus proyectos, no sacarán a los trabajadores a la calle.
Entrevistas directas
Otras agrupaciones (autónomos, sindicatos minoritarios y empresa familiar) y la mayoría de los sectores productivos tocados por la recesión (automoción, inmobiliarias, etc.) reclamaban un trozo de la tarta del diálogo social. Querían estar presentes en ese ámbito de negociación por su proximidad a la Moncloa, y porque consideraban que era el escenario más ventajoso para remediar sus males. Pero una vez comprobado que los acuerdos brillan por su ausencia, ya no hablan de participar en el diálogo social, opinan que ha dejado de ser un foro atractivo y prefieren pedir entrevistas directas con Rodríguez Zapatero.
Así las cosas, CEOE, CEPYME, CC OO y UGT han de recomponer la situación si quieren mantener su protagonismo institucional. Sin embargo, casar el rompecabezas de sus propuestas parece más que remoto, aunque todos reiteran que se quedan en las mesas de negociación y valoran el diálogo social. El presidente de la patronal de las grandes compañías y sectores, Gerardo Díaz Ferrán, aparenta estar decidido a conseguir demandas arrastradas durante décadas sin éxito por el anterior equipo de la CEOE. Por ejemplo, da a entender que no firmará acuerdos que no contemplen el abaratamiento del despido, la supresión de la autorización laboral para expulsar trabajadores o la reducción generalizada de cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, algo que rechazan los sindicatos y que Rodríguez Zapatero se ve obligado a impedir.