El patriotismo bien entendido
España (y lo que no es España) está sumida en una crisis económica que puede dejar pequeña a la del 29. El paro real podría sobrepasar los cuatro millones y no está claro cuál va a ser el fondo del pozo. Como bien diría Chiquito, «la cosa está muy marl...». Pues bien, esta evidencia que hace tan sólo poco más de un año pronosticaban todos los indicadores económicos internacionales (léase Merryl Lynch, Financial Times o UBS) fue negada en sus orígentes por Rodríguez Z., el presidente del Gobierno.
Actualizado:«Falta de patriotismo y alarmismo injustificado» fueron los términos que empleó para calificar a los que decían que se avecinaba una crisis gorda. Por cierto, que poco después prometió pleno empleo para la presente legislatura. Con el paso del tiempo casi chirría releer aquellas declaraciones...
En fin, parece claro que uno de los objetivos de cualquier dirigente es frenar el desasosiego y vender siempre que su empresa está saneada, operativa y sana. Vale, pero una cosa es eso y otra directamente mentir. Los capitanes del Xerez han pedido esta semana que no se diga más desde la presidencia del club que se encuentran al día en los pagos. «Hasta ahora no nos hemos quejado, que por lo menos no se digan cosas que no son ciertas respecto a que estamos al día...», han señalado.
Cuartos y más cuartos al pregonero. Cuando se pretendía lanzar al exterior una imagen de solvencia, resulta que son tus propios trabajadores los que echan tierra al discurso. Es el peligro de pretender vender más de lo que hay. Al final todo aflora. Buscar el término medio, esa quimera...