El Vicente Calderón vivirá un partido de Liga de Campeones

Atlético de Madrid y Villarreal examinarán sus opciones de Liga de Campeones, en un duelo con más urgencias para el conjunto rojiblanco, necesitado de una victoria en el estadio Vicente Calderón para recortar su desventaja de cinco puntos respecto al equipo amarillo, cuarto en la clasificación.

Esa distancia carga de obligaciones al grupo dirigido por Abel Resino, fuera de la máxima competición continental desde este miércoles tras el empate sin goles en Oporto, un partido que abrió nuevas polémicas en el vestuario rojiblanco, con el técnico como centro de las críticas tras la suplencia del uruguayo Diego Forlán.

El Atlético ha despertado en esa competición con una victoria contra el Barcelona (4-3) y un empate contra el Real Madrid (1-1), dos resultados insuficientes para sus aspiraciones si no vence al Villarreal, en un choque en el que Abel deberá modificar su once habitual por la baja por lesión del central checo Tomas Ujfalusi. En su lugar entrará, en principio, el holandés John Heitinga, que volverá a la alineación titular, al igual que el uruguayo Diego Forlán, suplente en Oporto.

Maniche fue descartado de la convocatoria por Abel Resino tras sus polémicas declaraciones de esta semana, en las que vinculó su suplencia a la falta de acuerdo en su renovación.

El Villarreal, por su parte, quiere cerrar el domingo con su tercera victoria en apenas siete días, definidos por el entrenador Manuel Pellegrini como una «semana importante para el futuro del equipo», en la que ya ha ganado al Espanyol y al Panathinaikos en Grecia, logrando la clasificación para cuartos de final de la Liga de Campeones.

Si Gonzalo Rodríguez era el único inquilino de la enfermería a comienzos de semana, a él se han sumado Ángel López, Pascal Cygan y Joseba Llorente. El francés tiene un esguince, el lateral canario un problema muscular y el delantero vasco molestias en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha. A esas bajas se suma la sanción del defensa Diego Godín, lo que deja a Pellegrini con sólo tres defensas disponibles: Venta, Fuentes y Capdevila. Ante esta coyuntura, el técnico ha tenido que recurrir al equipo filial y convocar al lateral Mario Gaspar y al defensa central Kiko.