Suiza se une a los países que relajan el secreto bancario
Se compromete a facilitar información en casos específicos de evasión fiscal
Actualizado: GuardarCoincidiendo con la reunión hoy en Londres de los ministros de Finanzas del G-20, algunos de los paraísos fiscales existentes en el planeta y de los países que conservan aún el secreto bancario en Europa han anunciado una relajación de normas, para satisfacer las fuertes presiones que están ejerciendo sobre ellos Estados Unidos, Francia y Alemania, cara a la cumbre de comienzos de abril que debería sentar las bases de un nuevo modelo financiero mundial.
Ayer, Suiza, Austria y Luxemburgo se declararon dispuestas a conceder información sobre los clientes de sus bancos que no tengan residencia fiscal en el país, cuando existan pruebas sólidas de evasión tributaria. Dicha información se atendría a los requisitos establecidos por la OCDE pero no sería transmitida con carácter automático e indiscriminado, sino a petición específica de una administración tributaria para sujetos individuales, y caso por caso.
La víspera, el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, había anunciado que su país se está preparando para adoptar en 2010 el modelo de intercambio automático de información fiscal vigente desde 2005 en la mayor parte de la Europa comunitaria. Ese modelo no fue asumido por Bélgica, Luxemburgo y Austria cuando la UE alcanzó, en la cumbre europea de Feira (junio de 2000), su ya famoso acuerdo sobre la armonización de la fiscalidad del ahorro de los no residentes.
El modelo en cuestión prevé el intercambio de información entre administraciones tributarias sobre rendimientos del ahorro de los no residentes fiscales con carácter automático e indiscriminado, o una retención en origen, cifrada actualmente en el 20% que aumentará al 35% en 2011, en aquellos países (los tres citados), que optaron por mantener el secreto bancario.
Bruselas, Viena y Luxemburgo exigieron en 2000 la retención en origen alegando que otros países como Suiza, Lichtenstein, Andorra, Mónaco, las islas anglonormandas del Canal de la Mancha e incluso Singapur, iban a mantener en cualquier caso el secreto bancario, lo que suponía una amenaza directa para la solvencia de sus respectivas plazas financieras.
La situación está cambiando. Las islas de Jersey, Guerseney o Man han declarado su intención de atender los requerimientos de transparencia del ministerio británico de Finanzas; Andorra y Liechtenstein manifiestan ahora su disposición a acomodarse a las exigencias de la OCDE en materia de intercambio de información fiscal y Hong Kong y Singapur expresaron en febrero la intención de revisar sus respectivos códigos fiscales. Y las Islas Cayman, en fin, han anunciado su disposición a cerrar acuerdos de intercambio de información fiscal con siete países nórdicos.
Se calcula que las fortunas colocadas en paraísos fiscales o territorios fiscalmente opacos rondan los 6 billones de euros. Dos de ellos estarían depositados en Suiza y uno más en Luxemburgo.