Qué pena que se desinflara al final
Cuarta sesión consecutiva de rebote. En ella, el Ibex-35 ganó un 1,19% y dio un último cambio en los 7.427,80 puntos, a tiro de piedra de un nivel que los analistas técnicos consideran fundamental para que el rebote se prolongue hasta los 7.900 puntos: los 7.440. Durante gran parte de la sesión, el indicador se movió por encima de esa cota, pero Nueva York, con su tímida apertura tras la fiesta de la sesión anterior, truncó la conquista de ese nivel el viernes por la tarde. Con todo, el selectivo español fue el más rentable de Europa. El Cac 40 francés no llegó a subir más de medio punto porcentual y el Dax alemán terminó la jornada levemente en negativo. Los mercados se desinflaron no por los malos datos macroeconómicos -los que se publicaron fueron, en general, mejores de lo previsto-, sino porque chocaron con niveles importantes, a partir de los cuales es más difícil subir teniendo en cuenta que el entorno continúa siendo muy complicado.
Actualizado: GuardarEn el Ibex, los valores que sostuvieron el rebote fueron, de nuevo, los «blue chips». Entre ellos, el mejor fue el Santander, con su repunte del 3,14%. Iberdrola, mientras, se apuntaba un 2,45%, y BBVA, un 2,39%. Telefónica también contribuyò al avance con su subida del 1,38%. Entre los grandes, únicamente falló Repsol. La petrolera retrocedió un 1,46%, pese a que parece estar normalizando su presencia en Ecuador con un principio de acuerdo con el ejecutivo del país latinoamericano.