La alcaldesa pierde los nervios
La alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, increpó ayer con dureza a un periodista de LA VOZ que cubría un acto presidido por ella. Tras rechazar pronunciarse, a preguntas del redactor, sobre la denuncia de Pedro Pacheco, quien le pide que aclare la contratación de 19 asesores, y antes de dirigirse hacia su coche oficial con sus escoltas y acompañantes, Sánchez se volvió contra el periodista y le llegó a abroncar públicamente. Aunque intentara paliarlo al final con el matiz de que «no es contra ti», Sánchez se permitió una serie de calificativos hacia el polémico asunto y de amenazas hacia el periódico en un tono exaltado y por completo improcedente.
Actualizado: GuardarEl nerviosismo de la alcaldesa y su estilo a la hora de abordar la discrepancia informativa dicen mucho de su figura política. A un responsable público, sobre todo si representa a una ciudad como Jerez, y a un partido como el PSOE, hay que exigirle mayor serenidad y práctica democrática para encarar los problemas. La intimidación, la amenaza al medio, la coacción personal, el exabrupto, no son formas aceptables para conducirse en política. Las disculpas, después, y por persona interpuesta, llegan tarde.