Defensa a ultranza del imán
Quizás el testimonio más esperado del día era el del imán de Puerto Real, que fue citado por la defensa y que ya se había posicionado públicamente a favor de los procesados. El máximo exponente de la mezquita puertorrealeña dibujó a una familia idílica, con la que convivió nada más llegar a Cádiz en 2000 y un año después, al reencontrarse en Puerto Real. «Me acogieron como un hijo más. Son un ejemplo de amor a sus hijos. De ellos aprendí lo que es el cariño de un padre».
Actualizado: GuardarEste líder religioso local, que necesitó de traductor porque no habla castellano, negó que la madre biológica de la víctima maltratara a su hija: «cuando enfermaba la niña, enfermaba también ella». También relató un encuentro que tuvo con la adolescente, cuando acababa de contraer matrimonio, en Mauritania. «La vi bien vestida», aunque respondió negativamente cuando el abogado le preguntó si no había hablado con ella por respeto a su mujer. Su esposa también declaró y sin aportar ningún detalle más, refrendó las palabras del imán.