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Se marchó el duende
La inspiración y el duende le jugaron una mala pasada a Concha Vargas
Actualizado: GuardarConcha Vargas es de esas bailaoras de casta, de raza, descendiente de una saga flamenca por derecho, del Pinini y de los Peña. Decir Lebrija en el flamenco es hablar de este entronque familiar. La Sala Compañía se llenó para apreciar lo que Concha quiso ofrecernos. Ya en rueda de prensa advirtió que se iba a agarrar a la inspiración para bailar. Con un formato tradicional, es decir guitarra, cante y ella se agarró a la inspiración en la soleá con la que comenzó.
Desgraciadamente ésta fue más rápida que Vargas y no quiso quedarse con ella. Todo fue extraño. Parecía que algo o alguien no quería que saliera bien. Como ella misma dijo, el duende aparece, pero no todos los días. Y habrá que echarle las culpas a él. Concha intentó inspirarse por soleá. El cante de Manuel Tañé y Rubio de Pruna estuvo a la altura. Soleá de Talega y Tío Borrico, para una escueta pincelada de baile de Vargas. No necesita técnica ni artificios para su baile. Ella es natural, hace lo que sale, improvisa. No ensaya. Pero el fiarse de esto, hace que no siempre te salga bien. Y por desgracia pasó.
Curro Fernández hizo de cantautor flamenco. Se quedó solo para interpretar un tema de su disco. La verdad, gustó nada, el público no entendió aquello. Y con razón. Querían a Concha.
Carcelera, martinete y seguiriyas. Todo esto sin baile. Más de lo mismo. Querían a Concha.
Y cuando Concha apareció, tarde pero apareció se le rompió el traje. Un intento de tapar su espalda con el mantón fue en vano, porque el duende hizo de las suyas. La improvisación fue tan evidente en Concha que el escenario se le quedó grande. El duende se lo llevó casi todo. Sólo algunos apuntes en sus brazos, un baile con desparpajo fue lo que justificó la noche. La verdad es que para una colaboración Concha es la más válida, llena el escenario con su arte, pero para llevar el peso específico de un espectáculo completo no se puede abandonar a esperar a que la inspiración y el duende aparezca.