PREVENCIÓN. La investigadora en su visita a Cádiz. / Ó. CH.
KORINNA VON TEICHMAN GEÓGRAFA DEL PROYECTO 'TRANSFER'

«Un buena actitud ante la catástrofe salva vidas»

La experta pretende terminar con los falsos mitos alrededor de los maremotos y garantiza que «ninguna ola gigante se tragará Cádiz»

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-¿Cuáles serán las principales recomendaciones que deben incluir los planes de emergencias?

-Lo principal es localizar las zonas en las que se encuentran las personas de mayor vulnerabilidad y crear dispositivos especiales para ellos. En este caso son niños y ancianos y en Cádiz la población más envejecida se encuentra en la zona norte del casco histórico. Sería recomendable saber reconocer los primeros indicios de un tsunami, cuando se producen grandes retiradas del agua mar adentro y luego vuelven crecidas a la orilla. Entonces hay que buscar las zonas más altas, en pisos superiores a la cuarta planta de un edificio.

-¿Se podría predecir el número de víctimas en Cádiz si se produjera un tsunami como el del Sureste asiático?

-Por las características de las placas tectónicas que afectan a Cádiz deducimos que las olas no serán superiores a los diez metros y las probabilidades de que ocurra una tragedia de ese tipo son más pequeñas. En este caso, las placas euroasiática y africana se mueven unos 4 milímetros al año, mientras que en Asia la velocidad es de seis centímetros al año, la diferencia es muy grande. Si los gaditanos saben reaccionar bien, no quedándose en la playa ni en zonas bajas, los daños personales sería muy pocos, porque los edificios son altos en casi toda la ciudad y de estructura sólida.

-Esta semana tendrán la reunión con las autoridades municipales para trasladarle los primeros resultados. ¿Qué estrategia se puede seguir en el caso de la capital?

-Bueno, aún contamos con unos datos provisionales, pero este encuentro es muy positivo porque esperamos que se comiencen a añadir recomendaciones al plan de emergencias. Saber reaccionar ante un fenómeno de este tipo puede salvar vidas, aunque sea muy improbable que pase. También es necesaria la información para terminar con falsos mitos. Una ola gigante no se tragará la ciudad, pero puede ocasionar muchos daños, porque no es sólo agua, arrastra rocas y elementos del fondo marino que impactan contra el suelo urbano.

-¿Por dónde se puede empezar la prevención ante este tipo de fenómenos sin crear alarma?

-Sería muy recomendable hacer simulacros, aunque eso quizá pueda generar alarma en la sociedad si no está habituada a llevarlos a cabo. Un buen lugar para comenzar es la escuela, porque los niños llegan a casa y cuentan a sus padres lo que han aprendido, de esa forma la información se transmite. También es importante la colaboración de los medios de comunicación para la difusión.