Iñigo Urkullu acompaña a los populares Basagoiti y Oyarzábal a la reunión entre PNV y PP. / EFE
ESPAÑA

El PNV fracasa en su intento de formar gobierno y el PSE toma la iniciativa

La alternativa es «López más Basagoiti», avisa el PP vasco Juan José Ibarretxe sólo ha logrado el apoyo de 35 diputados

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El PNV cerró ayer con un fracaso la ronda de conversaciones con los partidos vascos para la formación del gobierno y cedió la iniciativa al PSE, que comenzará hoy su turno de conversaciones. La reunión mantenida con el PP situó al PNV ante el difícil trance de comprobar la insuficiencia del triunfo electoral alcanzado el día 1 en las urnas para mantener a su candidato en Ajuria Enea.

La presidencia del Ejecutivo autonómico parece ya inalcanzable para Juan José Ibarretxe una vez concluidos los encuentros con las formaciones con representación parlamentaria que el PNV inició la pasada semana. El balance es que el triunfo electoral del 1-M está a punto de convertirse en una amarga victoria. El lehendakari en funciones se ha asegurado el apoyo de los 30 diputados peneuvistas, los cuatro de Aralar y el de Eusko Alkartasuna (EA); 35 en total, muy lejos del paralelo 38.

El PSE, con sus 25 diputados más los trece del PP, parece imparable en su apuesta por un cambio político que haga 'lehendakari' a un candidato no nacionalista por primera vez en democracia. El diputado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), apoyará esta opción, mientras que el representante de Ezker Batua (EB-IU) podría apoyar a uno u otro aspirante en función de sus respectivos proyectos.

El presidente y el secretario general del PP vasco, Antonio Basagoiti e Iñaki Oyarzabal respectivamente, fueron los últimos en visitar la sede nacionalista de Sabin Etxea en Bilbao. Ambos permanecieron en el interior reunidos con sus anfitriones 55 minutos, quince más de los que necesitó la delegación del PSE para constatar la imposibilidad de un acuerdo.

Los delegados del PNV, ayer el lehendakari en funciones y el presidente del partido, Iñigo Urkullu, trasladaron a sus interlocutores populares la misma oferta de gobierno de estabilidad que entregaron la semana pasada a los delegados socialistas.

Basagoiti explicó tras el encuentro que la reunión fue «normal, tranquila y sensata», en la que él dijo haber mostrado a sus interlocutores que «las cosas son como son» y reafirmó que el PP quiere construir una alternativa para un cambio político, de acuerdo con el PSE, «para que se gobierne de otra manera, se derrote al terrorismo y consigamos vivir en paz y en libertad para que el País Vasco prospere».

El máximo dirigente del PP regional quiso dejar claro que esa alianza trata de poner fin a un gobierno nacionalista que a su juicio ha actuado «como un frente contra la mitad de la población y con sectarismo, sin hacer lo necesario frente el terrorismo». «No se puede gobernar pensando en territorios, planes o referendos, hay que gobernar pensando en la gente y en el bienestar de los vascos» señaló.

Basagoiti reclamó al PNV «sentido común y prudencia» porque «no es bueno que se esté dudando de la legitimidad» que le asiste al PSE de intentar formar gobierno, y recomendó al partido mayoritario «sentido de país» por encima de sus intereses partidistas. «Hay que pensar en la tranquilidad de los vascos, en el sentido común y en la moderación, y no se pueden mandar mensajes de que el mundo se acaba si no gobierna el PNV», dijo.

«Correcto análisis»

El presidente del PP vasco dejó en manos del PSE la iniciativa para la formación del gobierno autonómico, pero instó a sus dirigentes a hacer «un correcto análisis de las elecciones» y advirtió a Patxi López de que la alternativa debe configurarse en torno a un acuerdo entre socialistas y populares.

«Aquí la alternativa no se llama López, aquí no ha ganado las elecciones Patxi López, quien las gana es la fórmula del PP más el PSE, la suma de 25 más 13, López más Basagoiti», subrayó el dirigente conservador, que avanzó que si no hubiera acuerdo sobre esta fórmula «las cosas no darían y, por desgracia, el lehendakari sería Ibarretxe».

Basagoiti instó a los socialistas «a ponerse de acuerdo» con su grupo «para un cambio de verdad, de tranquilidad, de moderación y sentido común en políticas de lengua, cultura, interior, en medios públicos y más cosas», de forma que se logre «un acuerdo a dos» para que se puede «prestigiar en el País Vasco la constitución y el estatuto».

El PNV no se quedó de brazos cruzados ante la posibilidad cada vez más cercana de la pérdida del gobierno vasco y contraatacó por el flanco de la lucha antiterrorista en un intento de introducir un elemento de discrepancia entre PSE y PP. Iñigo Urkullu aseguró en declaraciones a TVE que existen «rumores con bastante fiabilidad» sobre contactos entre dirigentes socialistas y de la ilegal Batasuna para desalojar al nacionalismo del ejecutivo autonómico. En la misma línea, el líder del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, denunció que los socialistas y la izquierda abertzale están «diseñando un escenario» para «explorar vías de modelos de pacificación».