PRISAS. Una pasajera de Iberia corre para coger su vuelo. / REUTERS
Economia

Iberia gana un 9% en Bolsa mientras el Ibex se hunde a un nuevo mínimo anual

Los pilotos reanudan su enfrentamiento con la empresa, a la que el mercado da prácticamente por 'casada' con British

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Iberia resultó ayer la excepción que confirma la regla en la Bolsa española. La aerolínea se disparó un 9,15% hasta los 1,67 euros por acción, impulsada por las declaraciones el pasado viernes del consejero delegado de British Airways (BA), Wilie Walsh, quien aseguró que la fusión está realmente cerca. El Ibex sufrió un nuevo varapalo, y el indicador cedió un 1,72% para cerrar la jornada en 6.817 puntos, un nuevo mínimo anual.

Iberia y British 'tontean' desde el pasado verano. Una relación no siempre idílica y en la que el aparente desinterés inicial de la británica, que parecía no tener ninguna prisa, se ha convertido en verdaderas muestras de efusividad y premura.

Walsh, que en 2008 aspiraba con mucha flema británica a al menos el 60% de la futura aerolínea, ha rebajado sus pretensiones y da por cerrada la negociación relativa al peso de cada compañía, que rondará el 45%-55%a su favor. Iberia ha ganado terreno frente a British en los últimos meses y la capitalización (valor en Bolsa) de ambas está ya pareja. BA ya ha anunciado pérdidas para el pasado y el presente ejercicios y estudia despidos para combatir la crisis del sector aéreo. No puede perder más tiempo frente a una Iberia que en 2008 ganó dinero por decimotercer año consecutivo -toda una excepción en el sector- y que ha sabido esperar, guardar silencio y hacerse valer. La sede del futuro holding (que, en principio, se llamará Topco) será Londres, aunque ambas empresas mantendrán sus nombres comerciales y sus sedes operativas tradicionales.

A pesar de las buenas noticias en la Bolsa, Iberia tiene un importante frente abierto, el de los pilotos. Los comandantes, que protagonizaron una huelga de celo en diciembre y enero, tensaron la cuerda hasta firmar un preacuerdo de convenio colectivo con la empresa. Un texto que, dicen ahora los pilotos, Iberia quiere modificar en alguno de sus puntos clave como los salarios o las condiciones de jubilación. Extremo que la compañía niega de forma tajante. El sindicato Sepla ha dado un ultimátum a la empresa: o se firma lo acordado en su día o volverán los problemas.

La subida de Iberia, sin embargo, no fue más que una anécdota en un triste Ibex, que en lo que va de año ha perdido ya más de un 25%. El selectivo se mueve a la deriva en registros de octubre de 2003, sumido en una profunda desconfianza de los inversores sobre cualquier atisbo de recuperación.

Las constantes revisiones a la baja de instituciones internacionales, bancos, analistas y hasta de los propios Gobiernos, unidas a la sensación de que ningún plan de rescate parece suficiente, no hacen sino empeorar las cosas.