Comienzan a apuntalar Paco Alba, 5 para que los vecinos puedan entrar

Administraciones Ortega co-menzó ayer el proceso para apuntalar la finca Paco Alba, 5, con el fin de que los vecinos puedan entrar a recoger sus pertenencias. Por el momento, sin embargo, no se plantea que las cinco familias -que continúan realojados en casas de parientes y en pensiones- puedan volver a sus hogares.

El techo del 2º A de este in-mueble se desplomó el pasado miércoles y aunque no causó heridos, se rozó la tragedia. Desde entonces, las cinco familias permanecen fuera de sus casas.

La situación jurídica y legal del edificio es muy complicada. La propiedad era de una mujer, que a su muerte lo donó al Convento de Santa María, pero con un usufructuario que tenía de-recho a percibir la explotación de esos inmuebles hasta su fallecimiento.

Sin embargo, la orden religiosas todavía no ha aceptado ese legado, por lo que a día de hoy aún no existe un propietario legal.

La cuestión se complica aún más si se tiene en cuenta que la venta de esa finca estaba comprometida desde el año 2005, cuando el Obispado y la Junta firmaron un convenio para la rehabilitación del convento de Santa María, ofreciendo el edificio como parte del pago por la inversión que iba a hacer el Ejecutivo autonómico.

De momento, el administrador, que representa los intereses del usufructuario (que es el que ha estado cobrando las rentas a los vecinos hasta ahora), no ha llegado a un acuerdo con el Obispado, según informó Gonzalo Pastor, de Los Ortega.

Mientras tanto los vecinos han manifestado su preocupación porque «de momento sólo tenemos pagada la pensión hasta el domingo», señaló una de las afectadas.

Asimismo, pidieron a las partes implicadas «que se pongan de acuerdo» y no demoren más la solución definitiva para su problema.