El coche del joyero al que habían prendido fuego, con él en el maletero, ha aparecido en un lugar situado entre el camino de las Peñas y el de los Moledores. /Efe
Villafranca de los Caballeros

Hallan en Toledo el cadáver de un joyero en el maletero de su coche, al que prendieron fuego

Eduardo Gómez Castro, que al parecer fue víctima de un robo cuando se dirigía a visitar a varios clientes, ho había sufrido ninguno en 15 años

TOLEDO Actualizado: Guardar
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Un joyero vecino de Moral de Calatrava (Ciudad Real), que al parecer fue víctima de un robo cuando se dirigía a visitar a varios clientes del pueblo toledano de Villafranca de los Caballeros, ha sido hallado muerto en el maletero de su coche, al que habían prendido fuego, en un camino cercano al pueblo toledano.

Al parecer, Eduardo Gómez Castro ha sido víctima de un robo, tras el cual le mataron, metieron su cuerpo en el maletero de su coche, de marca Mercedes, y lo prendieron fuego. El joyero tenía clientes en Villafranca de los Caballeros, a los que fue a visitar, pero al ver uno de ellos que no llegaba, avisó a su esposa, momento a partir del cual la familia puso una denuncia por desaparición y la Guardia Civil empezó la búsqueda.

Según ha explicado el alcalde de Villafranca de los Caballeros, Ángel Galán, el cuerpo del joyero se encontró ayer domingo por la mañana entre el camino de las Peñas y el de los Moledores, a las afueras del pueblo. Pasadas las nueve de la mañana, la Policía local avisaba al alcalde del hallazgo del cadáver, después de que la Guardia Civil estuviera rastreando la zona, puesto que la familia ya había denunciado que no había regresado a casa.

Ni un robo en quince años

El cuerpo de la víctima, de 40 años, casado y con dos hijas, ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Toledo para su identificación oficial mediante la prueba del ADN, mientras que el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano ha manifestado que todas las líneas de investigación están abiertas.

Juan José, hermano del joyero ha manifestado que no había sufrido ningún robo ni en el establecimiento que regentaba ni en sus visitas a clientes de otras localidades, en los quince años que llevaba ejerciendo su profesión, y ha añadido que a la familia no le constaba que hubiera recibido amenazas ni que sospechara de nadie.