Vayamos al grano
La política en general y la política económica en particular, ha sido durante el periodo democrático, un auténtico ir y venir y si me permiten, todo un meter y sacar. Me explico. Suárez nos metió en la democracia. Calvo Sotelo, no tuvo tiempo de meternos ni sacarnos de ningún sitio. González, nos metió en la OTAN, en la CEE y en la etapa de mayor corrupción económica de toda la historia. Aznar, nos metió en el Euro, en la guerra de Irak y en cintura a los funcionarios. ZP nos sacó por la gatera de la guerra de Irak y nos metió de lleno en la de Afganistán, nos quiso meter en la Champions League de la economía, pero ha perdido el rumbo de tal manera que no sabe si nos mete o nos saca, vamos que nos la metió doblada y ahora ya no sé por donde nos la meterá, pero visto lo visto con el ruso, nos ha metido en la dinámica de las relaciones bilaterales entre ambas naciones para «estimular, para favorecer, para follar, el turismo ruso», metiéndonos de ésta forma en un nuevo capítulo en la historia de las «relaciones carnales» entra los dos países.
Actualizado: GuardarPero vayamos al grano de la situación que hoy padecemos y sobre la que el Gobierno ha decidido ponerse una venda en los ojos. Todos los organismos nacionales e internacionales, públicos y privados dibujan una situación calamitosa de la economía española, que no puede, ni debe ser tratada con simples paliativos y una carga descomunal de populismo, tal y como a pies juntillas está haciendo el Gobierno español.
Las posibles soluciones son planteadas por organismos tan solventes como la OCDE, el FMI, el Servicio de Estudios del BBVA, el IESE todos ellos abogan por cambios trascendentes y no meras cataplasmas, para que todo siga igual.
Sistema fiscal y tributario. El IRPF debe cumplir la finalidad entre otras de favorecer de una vez por toda la propensión al ahorro. El IVA habrá que subirlo porque hay que financiar el descomunal déficit público, siendo la manera más neutra de alcanzar ese objetivo.
Sistema financiero. Su reordenación se hace necesaria, lo que conlleva la conversión de las Cajas de Ahorro en sociedades anónimas, para alejarlas del clientelismo político y sindical, y actúen únicamente guiadas por su eficacia y eficiencia, lo que a buen seguro redundará en esos mismos términos en el propio sistema financiero y en la economía española.
Mercados. Restablecimiento de la unidad de comercio y la desaparición de las trabas autonómicas impuestas, que restan eficacia. Liberalización del suelo y de los sectores energéticos y de las comunicaciones, lastrados con políticas intervencionistas, que en lugar de facilitar la competencia, la merman, conformando de esa manera mercados ineficientes.
Relaciones laborales y Seguridad Social. Los principios sobre los que se apoya la negociación colectiva hay que revisarlos, de tal forma que el ámbito natural de negociación será el de la propia empresa. Los costes salariales, actuales y diferidos, deben ser adecuados a los de los países de nuestro entorno, ya que no se nos puede olvidar que la productividad mide el coste de la producción horaria de bienes y servicios, y los costes de despidos son gastos de las empresas también, que merman la capacidad competitiva de las mismas. La Seguridad Social exige una profunda revisión en aras a su propia pervivencia, a la vez que el nivel de gasto que supone su financiación no represente un freno insalvable que coarte la capacidad de producir y prestar servicios por las empresas.