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PROBLEMA. Puyol se lesionó y tuvo que salir en la camilla. / EFE
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El Barcelona perdona la goleada, pero es más líder

La noche no fue completa, ya que Puyol se lesionó y estará tres semanas de baja

P. RÍOS
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Festival ofensivo del Barça ante el Athletic en el anticipo de la final de Copa que no acabó en una goleada de escándalo por las fenomenales paradas de Iraizoz, los postes (tres) y la nefasta noche de Eto'o y Henry en el remate. Entre los dos desperdiciaron una decena de clarísimas ocasiones. El equipo azulgrana, muy superior, se tuvo que conformar con los tantos de Sergio Busquets y Messi, de penalti, que valieron tres puntos de oro al líder, que ya aventaja en seis al Madrid tras su empate ante el Atlético. La mala noticia de una noche que podría haber sido perfecta para el Barça llegó en el minuto 90: Puyol sufrió un esguince de tobillo y estará tres semanas de baja como mínimo.

Con el regreso de Iniesta volvió la magia al Camp Nou. Bajo su batuta y sus combinaciones con Xavi y Messi el Barça volvió a funcionar al nivel que maravillaba a todo el mundo hace dos semanas y se reencontró con la victoria tras cinco partidos sin ganar entre Liga, Champions League y Copa.

El Athletic acusó el desgaste físico y psicológico de su partidazo copero ante el Sevilla, pero tuvo la oportunidad de cambiar el rumbo del partido en el minuto 15. Yeste se quedó solo ante Valdés tras una buena combinación, levantó la cabeza, sentó a Valdés con su pausa, pero su remate suave con la zurda se perdió junto al poste de forma increíble. En la jugada siguiente, Xavi templó una falta y Sergio Busquets llegó con confianza para marcar de cabeza. Era el primer gol liguero del canterano, que ya marcó dos en la Champions. Antes del descanso Iniesta entró en el área y fue derribado de forma ingenua por Gurpegi, improvisado y fallido central. Messi lo materializó con tranquilidad.

En la segunda parte se desmelenó el Barça, pero se estrelló ante Iraizoz y los postes, destino de los remates de Iniesta y Eto'o, en dos ocasiones. Al camerunés le entró la obsesión por ganar el Pichichi y la Bota de Oro y encadenó su tercera jornada liguera sin marcar. Cuando no se precipitó en el remate, disparó alto, fuera o al cuerpo de Iraizoz. Henry le tomó el relevo ante la desesperación de la afición. Iraola, bajo palos, también desvió los cabezazos de Piqué y Puyol en sendos saques de esquina. Al final un 2-0 cortísimo y una certeza: en la final de Copa del 13 de mayo en Mestalla habrá más igualdad.