PELIGRO. Las gradas del estadio Terra Mítica no soportaron el viento. / EFE
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El fuerte viento derriba media grada del estadio donde se jugará la Davis

Nadie resultó herido gracias a que el incidente ocurrió durante la madrugada El partido entre Djokovic y Ferrer se ha aplazado para hoy a las 10.00 horas

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Estaban todos en la mesa. Como en una especie de juicio público en el que intentaban exculparse: la Federación Española, el árbitro, el ingeniero jefe de la construcción, todos dando explicaciones de por qué media grada del estadio de Terra Mítica, construida para esta eliminatoria de Copa Davis, se había ido al garete por mor de unos vientos que en de madrugada llegaron a alcanzar los 89 kilómetros por hora.

Fuera, en los aledaños de la estructura metálica, 40 operarios esperaban, armados de arneses hasta los dientes, como si fueran a escalar el Everest. En la noche anterior, casi en secreto, habían intentado subir para arreglar los desperfectos: sillas voladoras, paneles derruidos y una parte del voladizo que se dobló en dos, como si fuera de papel, sobre otra estructura metálica conformada por cinco hileras de asientos que, de haber estado llenos en ese momento, habría producido una tragedia. A los obreros les resultó imposible, el viento soplaba tan fuerte que comprometía la propia seguridad de los operarios.

Dionisio Díez, el jefe de los ingenieros, daba sus explicaciones: «Los daños se han producido en las bancadas y los cierres del estadio debido a que se produjo un efecto vela. Son piezas de plástico. La estructura del estadio en sí está bien, pero es la obra menor la que voló». Lo curioso del asunto fue que, justo en el momento en el que Díez declaraba «la instalación es segura y está homologada en toda Europa», un panel que estaba detrás y mantenía cerrada la carpa saltó por los aires dejando a la intemperie a los periodistas... y al propio ingeniero.

Decisión arbitral

Durante la mañana se estuvo esperando a que frenara el viento para subir y arreglarlo todo. Eran diez horas de trabajo y empezaron a las doce, cuando se pensaba que hasta las cuatro no podrían empezar. Por la noche, cuando se fue la luz, seguían trabajando con antorchas. El sábado, a las ocho, habrá una inspección definitiva para autorizar el comienzo de la eliminatoria. La Federación avisó a los aficionados que devolvería el importe de las entradas a aquellos que no pudiesen venir el día elegido o se las cambiarían por otro día en el que sí pudiesen acudir. Los partidos comenzarán a las diez.

El árbitro, Soren Friemel, aclaró que en ningún momento España corría el riesgo de perder la eliminatoria si no se llegaba a jugar, como se había dicho en algunos círculos: «Sólo si la pista es inadecuada, y no es el caso porque ha sido un accidente climatológico que afecta a la seguridad pero no al juego en sí, o si el país en cuestión no tiene una pista adecuada para jugar, se puede dar la eliminatoria por perdida, y tampoco es el caso». Si no se pudiese terminar la eliminatoria se fijarían los términos para jugar en otra fecha. Los jugadores tienen que estar en Benidorm hasta el martes, fecha límite para cerrar la eliminatoria.

El sistema será jugar los dos individuales el sábado y, a continuación, el árbitro les pedirá a los capitanes los nominados para disputar el doble. Se reunirán las tres partes y, en función de quiénes sean los elegidos, se verá si hay margen suficiente de descanso para jugarlo el mismo día. La intención primaria es disputar tres partidos. Los nominados no se podrán cambiar si el doble se juega finalmente el domingo.