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Una tragedia que vistió de luto en 2007 a la localidad de Barbate

El Nuevo Pepita Aurora sigue en el fondo del mar, a unas tres millas de la costa de Punta Camarinal. El mar no ha permitido que se recuperen tres de los ocho cadáveres de otros tantos fallecidos en un naufragio que tiñó de luto en 2007 a la localidad marinera de Barbate.

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El temporal de levante que azotaba la zona y, al parecer, las condiciones de exceso de peso y obstrucción de las vías de achique de agua en cubierta, hicieron que esta embarcación de 20 metros de eslora (longitud) y casi 6 de manga (anchura), no regresase de sus labores de pesca en Marruecos.

Los días siguientes al naufragio, el pueblo de Barbate fue una piña. La flota al completo colaboró con las labores de rescate y búsqueda de los desaparecidos, y se volcó en el entierro de las víctimas, multitudinario, que dio paso a los pocos días a las especulaciones sobre la seguridad de la embarcación, que algunos expertos no consideran adecuada para la travesía que realizaba.

La población barbateña no olvida el naufragio del Pepita Aurora, y al cumplirse un año de la tragedia volvió a recordar a las víctimas. El pasado verano se conocía la imputación del patrón del Pepita y, actualmente, las tres familias que no han podido recuperar los cadáveres de sus seres queridos siguen esperando.