Cajas medianas y pequeñas apartan de sus cuentas inmuebles por 3.000 millones

Las cajas medianas y pequeñas han buscado alivio para sus balances y cuentas de resultados transfiriendo a una sociedad común los inmuebles, pisos, solares, oficinas, parcelas de suelo rústico y otros activos que, en estos tiempos de dura crisis, se han adjudicado por impagos, van a entrar en mora o incluso, sus propias oficinas, si les conviene. Hasta el momento, 23 de las 42 entidades integradas en Ahorro Corporación -que son la gran mayoría, excepto La Caixa y Caja Madrid- se han comprometido a transferir a la filial de Soluciones Inmobiliarias (ASCI) activos por un valor de 3.000 millones de euros, y los traspasos no han concluido. Cada entidad participará en la nueva sociedad, estructurada en forma de holding, donde obtendrá una cuota proporcional a su aportación, que en todo caso no podrá superar un máximo del 20%.

No se trata de constituir un 'banco malo' ni de desprenderse de activos 'tóxicos', aseguró Antonio Fernández, vicepresidente de ASCI, que dijo que los inmuebles se someterán a una tasación rigurosa antes de asignarse al segmento especializado del que formará parte.

Las cajas de ahorro que han acudido a Ahorro Corporación pondrán a disposición de la inmobiliaria un canal de ventas integrado por su red de 17.000 sucursales. A través de ellas se dará salida a los bienes adjudicados, y Fernández apuntó que los compradores de viviendas terminadas podrán lograr descuentos de un 25%. La oferta irá dirigida a clientes minoristas y a inversores institucionales.

La iniciativa pretende dar una respuesta común a un problema que otras entidades han solventado aisladamente. Sacar fuera estos activos canjeándolos por una participación equivalente en la nueva sociedad inmobiliaria permite a las cajas de ahorros frenar el avance de la morosidad -aunque el Banco de España obliga a realizar una provisión por el 10% del valor estimado-, así como reducir el conjunto del riesgo. La operación aporta el beneficio añadido de su menor consumo de recursos propios, algo muy positivo para las cajas, más aún en momentos en que los requerimientos de solvencia se han acrecentado.

La fórmula ya ha sido utilizada por la red del Santander, que se adjudicó activos por 2.600 millones; Banco Popular, con 1.500 millones; Banesto, con 1.100 millones; Banco Sabadell, con 800 millones; BBVA, con 620 millones; Caja Madrid y Caixa Catalunya, con 600 millones cada una de ellas. La mayor parte de estas entidades iniciaron la comercialización de inmuebles a través de sociedades especializadas pertenecientes a sus propios grupos.