El viento del Sur de Antonio Reyes sopla fuerte en la Bodega de San Ginés
El joven cantaor presentó ayer su primer disco, que rinde tributo a Quiñones El trabajo cuenta con la guitarra de Moraíto
Actualizado:Dice José María Castaño que la Bahía es un mundo propio, «una marea permanente de sales y de soles» sometida a su «propia religión de vientos». Y que ese espacio, singular y mágico, sabe cantarle a la vida a su manera. El chiclanero Antonio Reyes ha sabido recoger en su primer disco las esencias, la sabiduría natural, de quienes, «mirando al mar, se han quejado con la voz enterrada en arena».
Viento Sur muestra las inquietudes de un intérprete que pasa por ser una de las jóvenes promesas más sólidas de flamenco en la provincia. Se trata de una declaración, en toda regla, de sus principios artísticos, de sus valores personales y profesionales: «Un eco flamenquísimo, un gusto extraordinario en la colocación de la voz, la afinación siempre correcta y su eminente compromiso con los grandes maestros del cante», según explica Castaño, colaborador en el apartado artístico de la producción y responsable, ayer, de presentar el producto.
Todos los cantes incluidos en la propuesta han sido minuciosamente seleccionados por el propio Reyes y todos tienen en común un punto de compromiso con lo tradicional: tonás, siguiriyas, soleás, fandangos, alegrías, malagueñas o bulerías, planteadas con algunos aspectos de renovación en la armonización guitarrística en algunos cortes y también en las letras.
Junto a Moraíto y Lagos, colaboran Chicharito, El Bó y Diego Montoya a las palmas y percusión, así como Patricia Valdés, su mujer, que imprime su personal sello a las alegrías dedicadas a Chiclana.
«Este trabajo es una grata realidad que apunta a Reyes como una apuesta sólida para el futuro del flamenco, que ya es casi presente», afirmó Castaño.