En la boca del estómago
CALLE PORVERA Siempre igual. Nada cambia. Todos los principios de mes los datos del paro nos golpean en la boca del estómago para recordarnos que la cosa está realmente mal y que los que disfrutamos de un empleo estable podemos considerarnos hoy en día unos auténticos afortunados.
Actualizado:Se agotan los calificativos para describir lo que está pasando en Jerez. La ciudad cuenta ya con 26.500 desempleados y, miremos como lo miremos, intepretemos como lo interpretemos y por muy optimistas que queramos ser, no hay dato, cifra o tendencia que invite a aparcar el pesimismo. Y ya ni los agentes sociales, políticos y económicos esconden sus predicciones de que lo peor aún está por llegar. Es como el herido que no para de sangrar y sabe que en cualquier momento va a irse para el otro barrio.
Son 725 parados más que el mes pasado, lo que supone un crecimiento de 7.186 en el último año (37%). Jerez no puede permitírselo, y mucho menos llegar, como vaticinan algunos para dentro de muy poco, a los 30.000.
De nada han servido, al menos por el momento, las tan cacareadas políticas locales de incentivación de inversiones. Ni los planes de ayuda estatal y autonómico. Ni tampoco las excusas de que estamos inmersos en una crisis mundial, porque ésta, a pesar de su virulencia, está afectando mucho más a Jerez que a otras ciudades similares.
Convendría dejar a un lado las promesas de un futuro mejor, la propaganda política y los enfrentamientos entre partidos, y crear, de una vez por todas, una gran mesa de trabajo con todos los agentes sociales, económicos y políticos representados para hacer frente al problema. ¿Pero ya!