Los padres de la menor mauritana aseguran que ella aceptó casarse con su marido mayor de edad

La sala de vistas de la Audiencia Provincial de Cádiz se ha llenado esta mañana de familiares de la joven mauritana, vecina de Puerto Real, que denunció a sus padres hace dos años por obligarla a casarse y a mantener relaciones sexuales con un extraño, mayor de edad.

Se celebraba la primera sesión del juicio contra ambos progenitores y contra el marido –también de origen mauritano–, que se encuentra en prisión preventiva por esta denuncia. La madre, que también fue encarcelada durante un año y medio, se encuentra ya en libertad con cargos, por lo que fue compañada por los más de cuarenta familiares que acudieron para darle apoyo. Incluso el primer consejero de la embajada de Mauritania en España, Sidati Ould, estuvo presente durante el jucio, sentado junto a los familiares, aunque evitó pronunciarse en su defensa.

Ambos padres y el esposo se sientan en el banquillo acusados, entre otros cargos, por un delito de agresión contra la libertad sexual de la menor. Por ello, la Fiscalía ha solicitado penas de dieciséis años y medio de cárcel para el padre; y de dieciocho años, para la madre y el esposo.

Ayer, sin embargo, ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Cádiz, los tres acusados se declararon inocentes de todos los cargos y negaron que hubiesen obligado a la joven a acostarse con su marido. Ni siquiera a casarse con él. Explicaron, además, que en Mauritania –donde se celebró la boda– es usual que las menores se casen con hombres adultos y que se paguen dotes por ello.